Por R. B./ «La reputación de Eivissa mejoró dramáticamente en el momento en que Noel Gallagher se marchó». Con estas palabras, recogidas en 3news, James Blunt ha querido desquitarse de las declaraciones que el ex líder de Oasis realizó la semana pasada, en las que acusaba al ex casco azul reconvertido en cantante pop de haber sido la razón de la venta de su mansión en Eivissa.
En un chat con lectores de Time Out Dubai, el cabeza pensante de los desaparecidos Oasis tuvo que responder a una pregunta realizada por un fan dubaití, en la que se interesaba por qué había hecho Blunt para molestarle y propiciar su huída de Eivissa. “No me molestó. Sólo se mudó allí. No pude con eso”, afirmó Gallagher con su habitual falta de elocuencia.
El autor de ‘You’re beautiful’, sin embargo, ha elaborado una frase mucho más compleja para desquitarse de las acusaciones del británico, aunque exenta de la puntería que podría haber demostrado con facilidad, ya que Gallagher no fue quien puso a la venta su mansión en Eivissa. Tras su divorcio en 2001 de su primera mujer, Meg Matthews, la ex esposa del autor de ‘Wonderwall’ se quedó con la residencia ibicenca de la pareja. Años después, la madre de la única hija del rockero, Anaïs Gallagher, puso a la venta la mansión tras varias temporadas en rehabilitación y los consejos de su terapeuta, quien le recomendó que no pisara la isla durante un tiempo si no quería recaer en alguna de sus múltiples adicciones.
En definitiva, ni el uno se marchó por el otro, ni el otro propició que la reputación de Eivissa subiera con su marcha. Dimes y diretes entre rockeros que, como la leyenda cuenta, nunca envejecen y siempre se comportan como niños.