@Pablo Sierra del Sol / Cuando Ca’n Ventura Palma vino a jugar el derbi balear de la Superliga a Ibiza demostró el potencial que se le presuponía. Damià Seguí se ha gastado medio millón de euros en confeccionar un equipo de campanillas que no ha dejado de reforzar según avanzaba la temporada. El veterano empresario mallorquín es un enamorado del voleibol. Seguí ha estado detrás de los otros dos grandes proyectos que este deporte ha tenido en la ciudad de Palma. Primero fue el Son Amar, auténtico dominador de las competiciones nacionales a finales de los ochenta. Luego le tocó el turno al Palma Voley, que fue la alternativa a Unicaja Almería con el cambio de siglo y encadenó títulos de Superliga como rosquillas.
Ambos equipos acabaron hundiéndose por problemas económicos, pero hace un par de años, quizás tentado por la trayectoria ascendente del Club Voleibol Eivissa, Seguí volvió a la carga. Ha confeccionado una plantilla de relumbrón. Algunos consideran que el brasileño Marcos Dreyer, uno de los jugadores más respetos de la competición española durante la pasada década, entrena una suerte de selección española, comandada por los puntos que anota el opuesto Andrés Villena. Los palmesanos han dicho que volver de Leganés sin la Copa será un fracaso. Ni siquiera se contentan con derrotar a Almería en el duelo que se vislumbra en semifinales si el Ca’n Ventura cumple los pronósticos en el duelo de esta tarde (18 horas) contra el Río Duero San José.
El Ushuaïa, sin mirar por el rabillo del ojo a los mallorquines, prefiere ir «partido a partido». Así lo ve Marcelo de Stéfano, entrenador de los amarillos, que debuta como primer técnico en la Copa del Rey después de haber acudido a varias ediciones como ayudante de Toni Gino.
«Nuestro objetivo es la semifinal. Estaremos pendientes en primer lugar de ver quién nos toca. No se puede menospreciar a Teruel, un club con mucha historia que este año ya ha demostrado que puede ganar a cualquiera. La Supercopa que le quitó a Unicaja es la muestra perfecta. Si Cajasol es quien pasa, tampoco lo tendremos fácil. Puede parecer un conjunto más modesto, pero está muy bien trabajado y le dan problemas a cualquier rival», explica De Stéfano. El argentino no pierde su carácter flemático y sabe, mejor que nadie, que este torneo está lleno de trampas. El destino de su equipo en Leganés pasa por evitarlas.