@Pablo Sierra del Sol / El Puchi es un equipo donde las ganas de competir nunca duermen. Este mediodía lo ha vuelto a demostrar contra el secto clasificado del grupo C de la División de Honor Plata. Solamente quedan dos fechas más para completar el calendario regular de la temporada, pero no parece que las jugadoras de Noel Cardona vayan a dejarse escapar más puntos. Contra la Lleidatana lo han demostrado hoy, imponiéndose con facilidad pese a no poder contar con jugadoras básicas (Ana Ferrer, Cristina Morell, María Tudela, Rocío Colmena…) que están lesionadas.
Algunas llegarán para el playoff. Otras lo tienen imposible. Pero el sentido de equipo no se resquebraja. Ante las catalanas, la segunda unidad del HC Puig d’en Valls ha tenido muchos minutos sobre la pista. Laura Muñiz, la portera fichada de urgencia para sustituir a Tudela en este rush final, daba la impresión de llevar jugando toda la vida con la zamarra negra que utilizan las arqueras del conjunto azulón. Sus largos brazos han sido fundamentales para frenar el arreón de la Lleidatana, que ha intentado igualar un encuentro que había llegado a su mitad con ventaja para las santaeulalienses (13-10).
Las paradas de Muñiz han espoleado a las azulonas a salir a la contra, una de las artes que mejor domina la plantilla del Puchi, donde los centímetros que puedan faltar se sustituyen con velocidad, concentración y entrega. Además de una buena dosis de acierto de cara al marco rival. Ana Boned y Flor Dumitrescu se han puesto las botas, acribillando a tantos a una Lleidana que, por otro lado, no se ha desconectado del duelo en ningún momento. Eso ha llevado a las visitantes a reducir la renta del Puchi a cinco goles en algunos tramos. Finalmente, la victoria que hace veinte esta campaña para las ibicencas se ha cerrado por un 31-25 que ha encendido las palmas en el Pabellón de Santa Eulària.
Entrar en la fase de ascenso como primeras (y con el factor cancha a favor en la eliminatoria que habrá que disputar antes del grupo de cuatro del que saldrán los dos equipos que suban a División de Honor) es francamente difícil, pero el Puchi tirará de seriedad contra OAR Gràcia Sabadell y Sant Vicenç, los dos contrincates que restan, y meterle presión al Castellón. En casa no volverán a jugar, eso sí, hasta la ida del playoff, ya a finales de abril.