@Noudiari / El HC Puig d’en Valls propondrá oficialmente el lunes a la Federación Española de Balonmano la organización de la liguilla de ascenso que disputarán los cuatro mejores equipos de entre los 56 que han participado esta temporada en la División de Honor Plata.
«El martes o miércoles se debe conocer la sede. A nuestro favor tenemos la condición de club modélico: cumplimos todos los trámites federativos del primer equipo como toca y hemos organizado con éxito varias fases sector de categorías inferiores. En contra, el coste del desplazamiento hasta la isla de los otros tres clasificados». Quien habla es Noel Cardona, un técnico pletórico porque le acaba de salir la noche perfecta. Con bajas y varias jugadoras tocadas, ha podido reservar a Ana Ferrer -solo ha jugado quince minutos- y rotar a todas las convocadas -han jugado incluso las juveniles que han viajado con la plantilla- en el partido que el Puchi le ha ganado al Sporting La Rioja.
Disputar el último arreón del curso (tres partidos a cara de perro en una cancha fija del 19 al 21 de mayo) en el Pabellón de Santa Eulària sería un plus. A las azulonas les encanta que la grada se llene, como ha pasado varias veces en los últimos tiempos. Su entrenador es consciente de que, en caso de ser los anfitriones de esta final four balonmanística, su feudo habitual se quedaría chico.
Pero ni él ni las suyas lo cambia por nada del mundo: «Es nuestra casa y allí querríamos jugar. No pasa nada si al final tenemos que viajar a Córdoba, Oviedo, que me imagino que pasarán ronda mañana, o Castellón, pero el público es un aliado. Nos echó un buen cable la semana pasada para remontar un partido que estaba perdido. Ese día ganamos media eliminatoria. Hoy hemos tenido pelota para irnos de nueve en la segunda parte. Sin el refuerzo moral no es normal tanta superioridad. Lo de esta noche es para estar muy orgullosos de nuestras jugadoras».
Para celebrar, de momento, el éxito en el primer reto del playoff, plantilla, técnicos y aficionados (una cincuentena de alegres ibicencos) se han ido a celebrarlo por la calle del Laurel, uno de los mejores sitios de España para los amantes de los pinchos y los vinos.