@Pablo Sierra del Sol / La autocrítica tras la oportunidad perdida contra Oviedo era extensible entre las integrantes del Puchi. «No hemos estado bien en ninguna faceta del juego. Hemos fallado lanzamientos, pases… En la primera parte tendríamos que haber aprovechado para ampliar nuestra ventaja. Hay días en los que con el corazón se pueden sacar las cosas adelante, pero otras veces no vale con eso, hay que jugar bien a balonmano. Hoy nos vamos tristes pero mañana vamos a estar a tope», ha explicado Ana Ferrer.
La guerrera número 13 del Puig d’en Valls tiene claro cuál es la gasolina que mueve al equipo. «Toda la gente que nos apoya es lo que hará que salgamos a por todas y ganemos el siguiente partido. Estamos jugando contra los tres mejores equipos de la categoría, no nos podemos olvidar», ha comentado la capitana de las santaeulalienses. Irene Carrión, otra veterana del equipo, normalizaba la sensación de fracaso, un sentimiento que hinchada y jugadoras del Puchi llevaban muchas semanas sin palpar: «Tenemos a la gente muy malacostumbrada porque nos crecemos contra los equipos grandes. Esto podía pasar y nos hemos confiado un poco en los últimos veinte minutos. El Oviedo ha sabido aprovecharse de nuestros errores».
Además, Carrión destacaba la fortaleza de unas adversarias que han sabido ir de más a menos para acabar cantando victoria en Santa Eulària. «Sabíamos que el rival era muy fuerte porque han sido primeros de grupo, pero después de una temporada en casa casi perfecta, solo habíamos perdido contra el Alcobendas en Copa, esperábamos una victoria», ha dicho la ibicenca, que tiene claro que este traspié hará «más fuertes» a las azulonas de cara a la cita decisiva de mañana.