Empresarios de West End acusan a Sant Antoni de «persecución» mientras la falta de seguridad «da miedo»

@L.Aversa/Responsables de los 31 locales de los 38 hay del West End de Sant Antoni se han unido para denunciar «persecución» por parte del Ayuntamiento de Sant Antoni mientras que la falta de seguridad en la periferia de la zona de bares «da miedo».

Según critican, el Consistorio ha podido destinar diez agentes a la creación del Equipo Nocturno Especial de Verano (ENEV), que se encarga de vigilar el cumplimento de las ordenanzas en los locales del municipio, mientras que «cada noche hay 20 o 30 tíos robando carteras, mafias que además les pegan a los turistas, y no hacen nada», asegura el empresario Ramón Jiménez.

«El Ayuntamiento dice vigilar todas las condiciones legales, que estoy de acuerdo, pero luego al lado de tu casa ves a un señor vendiendo droga, a un señor robando y a una señora haciendo la calle. Y contra eso el Ayuntamiento no hace nada, para eso la Policía no tiene efectivos. Yo pensé que esta gente iba a tener otras ideas, pero es más de lo mismo y peor», asegura sobre el equipo de gobierno de Sant Antoni. «Cerrarnos los locales es lo más fácil que hay. Ahora, perseguir la droga, la venta ambulante, mil cosas que hay en este pueblo no, no hay interés», señala, por su parte, otro responsable de un local del West, Carlos Martínez, que coincide con el resto de empresarios en que no es culpa de la Policía Local sino del Consistorio, que es quien les manda.

Terrazas y horarios 

Los empresarios se han unido para intentar abrir un canal de comunicación con el Ayuntamiento de Sant Antoni, que según aseguran, está mal asesorado por «una o dos personas que no pisan el West End». «Queremos que nos dejen respirar, vivir, porque pagamos nuestros impuestos. Aunque tengamos alguna deficiencia que se pueda ver, lo que no puede ser es esta persecución», añade Martínez.

Según recuerda, primero fue el cambio de horario, para obligarles a cerrar una hora antes (en la anterior legislatura del PP) para reducir la contaminación acústica, pero que provoca que a las cinco de la mañana haya «el triple de ruido de lo que había antes».

Ahora, denuncian que les quieren quitar las terrazas las 00.00 horas, con una normativa copiada de Mallorca «que no tiene nada que ver con Sant Antoni y para la que ni nos han consultado». Una medida que puede afectar a un lugar «con más 600 trabajadores, en su mayoría españoles y que crea muchos empleos indirectos», añade Martínez. «Abrimos a las diez y nos quieren quitar las terrazas a las doce. Hemos pagado la terrazas más caras que nunca por dos horas», critica, por su parte, otro responsable de un local del West, Frank Hamrani.

La peatonalización, que impide a los repartidores de mercancías llegar hasta los locales, si no es con carretillas, y la intención del Consistorio de declarar Zona Acústicamente Saturada (ZAS) cuando señalan que vive «muy poca gente» en el barrio, mientras que «hay otros sitios, con dos mil o tres mil personas viviendo, que tienen una contaminación bestial y nadie se mete con ellos», según Martínez, se suman a sus quejas.

¿Quieren matar al West?

«Tenemos una industria bestial que todo el mundo la quiere. La quiere Croacia, Malta, Chipre y nosotros, como tontos, la queremos destruir. Queremos que nos ayuden y nosotros ayudarles a ellos. ¿Qué quieren? ¿Matar al West?¿Qué se creen? Si Sant Antoni no tiene otra cosa», añade Martínez.

Sobre todo, los empresarios insisten en la falta de seguridad. Según aseguran, en el interior del West End está garantizada por «los controladores y porteros» mientras que en la periferia «da miedo».

David Martín, Carmen Sánchez, Ramón Jiménez, Frank Hamrani, Ian Milstein, Juan Torres, Javier Sala, y Carlos Martínez, son los responsables del West End que han hecho de portavoces de la treintena de locales del West que apoyan esta denuncia pública.