@Noudiari / Desde hace un par de años las previsiones empresariales de cara a la temporada alta turística en las Islas Baleares son positivas, sin ser una excepción este año. Los empresarios ibicencos son los que ven la temporada más positivamente, seguidos por los mallorquines y formenterenses. En Menorca el sector empresarial no es tan optimista, si bien ha mejorado significativamente respeto el año pasado.
Los datos, obtenidos de la última edición de Cuadernos Gadeso que analiza la realidad socio-económica de las Islas Baleares, señalan que en el sector del alojamiento turístico son Ibiza y Formentera las que encabezan la tabla del optimismo empresarial junto a Mallorca con un 45%. Siendo los hoteleros los que consideran que tendrán la ocupación más elevada, seguidos de los apartamentos turísticos y de los alojamientos rurales. Estos últimos, aunque hayan mejorado sus cifras, siguen a la cola de las perspectivas empresariales. Sólo los hoteleros menorquines se muestran más negativos con un 34% de incremento.
La oferta especializada como la restauración y el ocio se sitúan por detrás del alojamiento ya que no cuentan con reservas previas a la temporada y sus ingresos dependen del gasto que hagan los turistas, independientemente de la ocupación hotelera. En Ibiza el 65,3% cree que la temporada será igual que al año pasado y sólo un 34,3 % cree que será mejor.
Por el contrario, el subsector más afectado por unas expectativas negativas es el de los transportes, tanto discrecionales (tránsfers a los hoteles, servicio de excursiones…) como los taxis, se ven afectados por la fluctuación de los índices de ocupación, pero también por los diversos modos de contratación y por la manera en que los turistas pasan sus vacaciones.
Por otro lado, los empresarios turísticos consideran que esta temporada no se crearán más puestos de trabajo pese a las buenas perspectivas de ocupación y de facturación. Es muy significativo que en una de las «mejores temporadas de la historia» continuará habiendo a las islas un volumen tan importante de personas paradas (y en muchas ocasiones sin ninguna perspectiva de encontrar trabajo. También es preocupante que únicamente uno de cada cuatro empresarios crean que podremos hablar de estabilidad laboral en los lugares de trabajo ya existentes. «Detrás de esto existe la incertidumbre a la que hemos hecho referencia, pero también situaciones de externalitzación de servicios. Esto puede afectar de manera relevante a los denominados fijos discontinuos y especialmente a las personas que mantenían una actividad concretada básicamente en los seis meses (o menos) de la temporada alta turística», señalan desde la Fundación Gadeso.
«En cualquier caso, este optimismo general no puede impedir que se comience un debate serio y profundo sobre la principal actividad económica, prestando atención sobre todo a la evidente saturación que sufren las islas durante la temporada alta y a la más que dudosa rentabilidad social que, en forma de lugares de trabajo estables y de calidad, genera el turismo. Es decir, que el espejismo de los millones de visitantes (algunos de ellos prestados, no se nos olvide) no nos deslumbre, comprometiendo, quienes sabe si de manera definitiva, nuestro futuro», finaliza en informe anual.