@B.R./ «Talento, talento y talento». Así ha resumido el chef Paco Roncero la cuarta temporada del restaurante Sublimotion, que capitanea junto a Eduardo González, el creativo y director de Vega Factory.
En esta nueva temporada, Roncero se ha rodeado de cuatro amigos de los fogones, que entre todos suman ocho estrellas michelín. Se trata de los chefs Dani García, Diego Guerrero, Toño Pérez y Paco Torreblanca. Además, también se cuenta con la colaboración del cantante David Bisbal, el ilusionista Jorge Blass, el dj Wally López, el ilustrador Juan Carlos Paz y el diseñador y artesano José Piñero, encargado de crear una vajilla para dicha experiencia.
“Como todos los años hemos puesto toda la carne en el asador para hacer de esta experiencia única y diferente”, ha indicado Roncero, que ha destacado que en esta cuarta temporada se ha modificado por completo la experiencia. “Algunas de las escenas las hemos evolucionado nosotros directamente y otras aprovechamos la colaboración de todo este talento a nivel gastronómico y de artes escénicas”, ha indicado Roncero.
Roncero prevé que este será “el año de Sublimotion” ya que, según ha explicado, se están registrando muchas más reservas desde que ha empezado la nueva temporada, que arrancó a principios de mes.
Roncero y González, acompañados de todos los colaboradores y de Carmen Matutes de Palladium Hotel Group, han presentado una parte de lo que será esta nueva experiencia formada por 14 estaciones o momentos diferenciados. Una de estas estaciones es la interpretación de una canción original creada para Sublimotion de David Bisbal. El compositor Alfonso G.Aguilar ha sido el encargado de diseñar la parte musical.
En este sentido, Bisbal aparece en las paredes de la sala comedor, con capacidad para doce comensales, junto a una orquesta en el Teatro Real. “El objetivo era convertir todo esto en una película y se invita a volver a la esencia de cuando éramos niños y a soñar”, ha detallado Aguilar.
Los cuatro chefs que este año colaboran, por primera vez, en la experiencia Sublimotion se encargan de una estación diferente en la que transportan a los comensales a lugares y momentos diferenciados a través, no solo de la comida sino también de las proyecciones que envuelven el entorno. Así, imágenes del fondo marino, playas paradisíacas, una recreación del infierno o una película de Charles Chaplin acompañaran a los comensales en esta experiencia calificada por González como un “pequeño circo” en el que se une magia, talento creatividad “y mucha pasión”.
El ilusionista Jorge Blass, por su parte, se encargará de crear «momentos únicos» y en los que los comensales experimentarán el arte de la magia.
Para Roncero, los 1.700 euros que cuesta la experiencia por comensal es el precio por «todo el talento que hay detrás: está claro que es un precio alto, pero ni más ni menos que el trabajo que hay detrás», ha indicado. «Este año queremos hablar de arte y de talento más que de precio. Ya estamos consolidados y si la gente vino y lo disfrutó y el precio era algo importante», ha recordado.