@Noudiari/ Isidor Torres habla a conciencia no solo de la creación del Consell de Formentera sino del trayecto ya recorrido en estos diez años y de los retos que la administración tiene por delante.
Torres, que en 1987 fue elegido diputado autonómico y conseller del Consell Insular d’Eivissa i Formentera, fue el último alcalde del Ayuntamiento de Formentera en su segunda etapa como primer edil, entre 2005 y 2007.
Isidor Torres tiene claro que la creación del Consell de Formentera no es un fin sino un medio «para traer a la isla el nivel de toda una serie de acciones sobre territorio o carreteras para administrarlas desde la propia isla y, a la vez, incidir en las administraciones que tienen competencias sobre ella-como Costas, el Gobienro del Estado o la Conselleria de Medi Ammbiente- para que hagan en Formentera aquello que el Consell considere de una determinada manera».
«Responsables» de los actos de gobierno
La creación de la máxima institución insular supuso para Formentera que ésta tuviera la representación que le corresponde «por su desarrollo que ha tenido por su historia y su trayectoria». «No se trataba de la separación de Ibiza sino querer conseguir esa mayoría de edad que le obligue a ser responsables de los actos y la responsabilidad de gobernar la isla y tomar medidas para llevarlas hacia donde los ciudadanos, a través de los votos, elijan y conseguir, así, un futuro», señala Torres.
Según Torres este camino andado ha dado a la isla una imagen de autonomía y ha permitido obtener un estatus dentro de la Comunidad Autónoma y dentro del Gobierno central. Aún así, señala que queda mucho trabajo por hacer, a pesar del ya realizado. En este sentido, Torres rememora como cuando ya en 1932, con la II República, Formentera ya tuvo representación en el debate autonómico de las Illes Balears. Recuerda también cuando en 2003, desde Formentera se pidió ejercer toda una serie de competencias, que se podían recibir delegadas del Consell d’Eivissa. «Es un trabajo que nunca estará acabado del todo pero se está cumpliendo una función extraordinaria», sentencia Torres.
El que fuera el primer edil de Formentera no se olvida de la situación económica que ha supuesto la creación del Consell y su combinación con el Ayuntamiento y que revierte en el día a día de los ciudadanos y que en su momento supuso un salto cualitativo para los residentes: «Los ciudadanos de Formentera ya no tienen la sensación de vivir un poco dejados de la mano de Dios como teníamos antes, ahora tenemos la sensación de que Formentera, al fin, ha conseguido el estatus dentro de la Comunidad Autónoma y dentro del territorio nacional; aquel estatus que le corresponde como isla».
Nuevos retos
El Consell de Formentera, según Torres, debe afrontar ahora nuevos retos especialmente en el campo de lo social. Para Isidor Torres es indispensable que la ciudadanía sea consciente de los valores del territorio como tal y de la fragilidad que representa.
«Tenemos una población que ha crecido mucho y esta población ha venido de muchos y diferentes puntos y, por tanto, en estos momentos la población necesita que esta inmigración sea estable y llegue a entender y a comprender y a hacerse suyo todos los valores y raíces culturales, de identidad y de lengua que hagan pervivir la idea de la isla como un lugar en el que se tienen que defender sus valores patrimoniales, ecologistas y culturales, teniendo en cuenta que es un lugar pequeño y frágil».
Para Torres, el futuro de Formentera dependerá de la voluntad de los mismos formenterenses y de lo que quieran, «y no de ver enemigos externos siempre».
Senador propio
Finalmente, apunta que otro de los eslabones que aún quedan por resolver es contara con representación propia en el Senado, y contar con voy voto en todos los ámbitos políticos tanto a nivel de Estado como de Comunidad Autónoma.