@Guillermo Romaní/El colectivo profesional de la salud de Formentera recibió este lunes por la noche la Medalla de Oro de Formentera 2017 en un emotivo acto que coincide con los diez años de la creación del Consell Insular de Formentera. Es un reconocimiento a todas las personas que, dentro de una amplia panoplia de especialidades y responsabilidades en el ámbito sanitario, han trabajado y trabajan velando por la atención, asistencia y bienestar de las personas que viven y visitan la isla. Para todos los partidos políticos de la isla se trata de un galardón más que merecido por su labor y dedicación a hacer efectivo el derecho universal de la salud.
Los Premis Sant Jaume abarcaron tres ámbitos recurrentes, como la educación, el deporte y el turismo como primera industria de la isla. De estos premios destaca el concedido a título personal a Pilar Castelló (Sant Joan de Labritja, 1953) por los méritos obtenidos a lo largo de su trayectoria dentro de la función pública. Fue la primera funcionaria de carrera de la Administración Local de Formentera y, posteriormente y durante más de un cuarto de siglo, maestra, logopeda y directora del CEIP Mestre Lluis Andreu, cargo que abandonó recientemente al jubilarse.
El Club Dojo Formentera fue distinguido con al premio Sant Jaume por su labor en la introducción de las artes marciales en la Pitiusa menor desde 1982, hace ya 35 años, comenzando por el judo, para ir ampliando sus clases y equipos en disciplinas como el aikido, el jiujitsu, el karate y el kendo, actividades deportivas que, a su vez, promueven valores como la superación, el esfuerzo y la camaradería.
El tercer Premi Sant Jaume corresponde a un establecimiento turístico de los más emblemáticos de Formentera, la Fonda Rafalet, que atesora una más que dilatada trayectoria en la actividad hotelera. Los inicios de este negocio que ha mantenido el carácter familiar generación tras generación, se sitúan más de 60 años atrás en una pequeña casa de es Caló, desde donde con su trabajo y adaptación a las necesidades y a los nuevos tiempos, han llegado a convertirse en todo un referente del turismo familiar de calidad.
Por su parte, el biólogo y fotógrafo marino Manu San Félix (Madrid, 1964), recibió la distinción de Fill Adoptiu de Formentera en reconocimiento a su labor investigadora y divulgadora del mundo marino a través de sus reportajes, especialmente los fotográficos ya que se trata de un profesional de valía internacional. Pero si por algo destaca San Félix es por su denodada labor de concienciación sobre el valor de las praderas de posidonia oceánica, el papel que juegan en las aguas de Formentera y en la necesidad de protegerlas para mantener un equilibrio ecológico sostenible que cada vez es más complicado.
Una puesta en escena sobria para unos premios entrañables
En un emotivo acto celebrado en el Cine Municipal de Formentera, el Consell Insular de Formentera hizo entrega de los galardones que en su octava edición otorga la primera institución de la isla. Con una buena entrada de público, la ceremonia se prolongó durante hora y media en la que los diferentes premiados, empezando con el nuevo hijo predilecto Manu San Félix y terminando con el colectivo sanitario de la isla escucharon los motivos por los que se les distinguía y recibieron cálidos aplausos de los asistentes.
Entre ellos estaban la consellera de Cultura del Govern de les Illes Balears, Fanny Tur, la vicepresidenta del Consell d’Eivissa, Marta Díaz, la diputada por Formentera, Silvia Tur, el senador por las Pitiüses, Santi Marí, el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas ‘Agustinet’, representantes de la Policía Local y la Guardia Civil, así como otros personalidades del mudo de la cultura, el turismo y el empresariado.
Los parlamentos de Pilar Castelló en nombre de los galardonados con el Premi Sant Jaume y de Manu San Félix, así como el de Antonio Sanz en nombre del colectivo sanitario fueron muy elocuentes por la emoción apenas contenida de ambos. La proyección de un vídeo de casi 18 minutos en el que representantes del colectivo sanitario, pacientes y patronos de antiguas lanchas de emergencia hicieron hizo sonreír y fue bien acogida por el público.
Antes de la foto de familia de todos los premiados, el duo Sweet Lure, dos jóvenes estudiantes del Conservatorio de Formentera, interpretaron de forma muy sui generis composiciones de David Bowie, Kansas, Beatles y Simon & Garfunkel.