@B.Roselló/ Vigilancia permanente y recuperar el uso público del faro de Tagomago. Estas son las dos premisas que han acordado emprender el Consell d’Eivissa y el Ayuntamiento de Santa Eulària, según ha informado el conseller Miquel Vericad a Noudiari.
Para el conseller de Medi Ambient es necesario replantearse «un cambio de estrategia» para la conservación del islote. Así, señalan que este cambio de estrategia que pasa «por la ocupación del espacio público con presencia de personal de la adminitración» con el fin de garantizar «el acceso público y la vigilancia permanente».
En este sentido, Vericad apunta que se trata de un proyecto a «medio plazo» que necesita de la colaboración de todas las administraciones implicadas. Asimismo, desde el Consell y desde el Ayuntamiento de Santa Eulària también se plantean recuperar el uso público del faro de Tagomago y convertirlo en un museo, por ejemplo. EL objetivo final es conseguir para Tagomago un modelo parecido al que existe en Cabrera o Conejera, según detalla el conseller de medi Ambient. «Se trata de una vigilancia continuada en la zona tanto de los accesos como de los dominios públicos así como proteger a la ciudadanía para que puedan acceder a estos espacios de alguna forma», señala.
Un lugar «delicado»
De llevarse a cabo esta iniciativa se deberían monotorizar las visitas con el fin de proteger el lugar ya que, tal y como asegura Vericad, se trata de un lugar «delicado» en el que «no es deseable que sea un lugar masificado para favorecer la conservación de las aves». Por todo ello, desde el Consell reivindican la aprobación, por parte del ejecutivo balear, de la aprobación del instrumento de gestión de Lugar de Interés Comunitario (LIC), un documento que, según Vericad, requiere una «ugrencia inaplazable». A este documento, le debería seguir una «futura Reserva Natural» que determina la carga y el número de visitantes, tanto por número como por épocas.
Hasta dónde llega la propiedad privada
El conseller de Medi Ambient ha querido matizar que el islote de Tagomago es una propiedad privada en la que el propietario tienen derecho a limitar el acceso a su propiedad, pero solo a su propiedad, no así a la costa ni, en principio, al camino que lleva al faro, que está catalogado como carretera del Consell d’Eivissa. «En todo caso las perosnas no pueden entrar en una propiedad privada si así lo decide el propietario», señala Vericad que hace hincapié en la fragilidad del espacio y la necesidad de que no se convierta en un lugar «masificado».
Haber que dicen los Mallorquines «que tan concienciados se les ve estar con las islas pitiusas….»
Que les expropien la casa y se monte un centro de recuperación e interpretación de especies del mediterráneo
Y por que no expropian tu casa? A ver como te sienta.
Antoni me gustaría que te explicaras ya que no he entendido nada de lo que has dicho 🙂
La vigilància permanent ha d’incloure una revisió d’ofici de totes les llicències i autoritzacions d’aquest inmoble..TOTES…la reforma més recent, des de l’any 1992 almenys, ha suposat una inversió segura de més de 500.000euros. s’ha tramitat llicència d’obres per a aquest cost d’execució material? S’han gestionat de manera legal els residus de construcció que han dhaver produit una reforma integral com la que s’jha realitzat? ¿El chiringuito aun tiene esa terraza de camas balinesas para observacioón de aves? Aviso a navegantes
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