@V. R. / La UD Ibiza ha logrado ante el Poblense su primer triunfo en casa en Liga en un partido en que ha convencido y ha arrancado en varias ocasiones los aplausos de los cerca de 200 aficionados que han acudido a Can Misses para ver el encuentro, 2-0. Se puso pronto por delante en el marcador el conjunto local, que en el minuto dos ya mandaba en el marcador gracias a un gran tanto de Terán, que colocó el cuero en la escuadra tras un centro de Devesa en una jugada de ataque iniciada por el central Carlos Larra.
Cambió el decorado del partido tras la reanudación, puesto que al Ibiza le sonó el despertador y empezó a jugar de nuevo como no lo había hecho antes esta temporada. Gamiz se echó al equipo a la espalda. Mandaba, repartía y volvía loco al centro del campo del Poblense, cuya presión no era suficiente como para poner en aprietos a los locales. La precisión de cirujano de Galera en la zona ancha a la hora de repartir juego impedía que los visitantes llegaran de forma nítida al corte y los de casa cada vez se sentían más cómodos sobre el rectángulo de juego.
Nada más empezar el segundo tiempo, Terán le puso un balón de gol a Cirio que éste desaprovechó prácticamente solo delante del portero. Solo tres minutos más tarde subía al luminoso el segundo tanto del Ibiza tras una acción de ataque de Gámiz, que elevó sobre la defensa para la entrada de De las Heras por banda izquierda. Este devolvió de primeras el cuero a su compañero para que chutara a la red, dejando el partido muy de cara para los suyos.
Después estrelló el Ibiza dos balones en el larguero que podrían haber destruido por completo al Poblense, que seguía vivo aunque le costaba un mundo llegar al área contraria habida cuenta de la seriedad de la zaga adversaria y el control que ejercían los de casa desde la zona ancha, donde la superioridad del Ibiza era cada vez mayor para desesperación del equipo de sa Pobla.
De perdidos al río, pensaría el técnico del Poblense, Óscar Troya, que a falta de quince minutos para el final hizo un doble cambio, dispuso una defensa de tres para sumar más efectivos al ataque e intentar, casi a la desesperada, recortar diferencias con la idea de salvar al menos un punto del complicado campo de Can Misses. El plan no surtió efecto porque no logró marcar, pero al menos atenuó levemente la superioridad local.
Esto le permitió dar paso adelante, pero eso no bastaría como para poner nervioso al Ibiza, que contuvo ataques del rival para acabar sumando su segundo triunfo consecutivo en la Liga y el primero ante su afición, que se marchó contenta con la actuación de su equipo, que poco a poco va a más y ya empieza a mostrar destellos de calidad y un fútbol, por momentos, de bella factura.