@Noudiari / Así quedaba Marina Botafoch tras las lluvias del mediodía del jueves, afectando a las terrazas de algunos restaurantes, que quedaron inundadas.
El nivel del mar se igualó al del suelo, una estampa que, al parecer, suele ser algo habitual en el puerto cada vez que llueve.
Eso sí, queda en la retina la llamativa imagen de no poder diferenciar donde acaba el muelle y donde empieza la terraza.
Los comerciantes y los trabajadores del sector de la restauración empiezan a estar acostumbrados a estas inundaciones, que no necesitan de grandes precipitaciones para producirse.