@Luciana Aversa/Ni eran yogures ni estaban caducados. Así lo han querido dejar claro los trabajadores de la cocina del hospital Can Misses, que han comparecido hoy para defenderse de las «graves acusaciones vertidas en los diferentes medios de comunicación», después de que el Área de Salud de Ibiza y Formentera informara hace dos semanas de que se habían encontrado productos caducados durante una inspección en el servicio y anunciara la apertura de un expediente.
Según han denunciado los trabajadores, esta situación ha provocado que reciban el menosprecio de su entorno, y que hayan sido víctimas de agresiones verbales «por parte de personas ajenas a nuestro servicio», procedentes tanto del personal del hospital, como de pacientes y familiares de pacientes.
En este sentido, han querido dejar claro que diariamente centran su trabajo «en velar por la calidad y la salubridad de los alimentos en cada uno de los procesos que se llevan a cabo en la cocina del hospital».
«Ninguno de los que a diario trabajamos por y para contribuir a la recuperación de los pacientes se prestaría jamás, de forma intencionada a hacer algo que pudiese suponer un riesgo, por mínimo que fuese. Bajo ninguna circunstancia, ninguno de nosotros participaríamos en el servicio, ni permitiríamos que se sirvieran alimentos insalubres, primero por ética profesional y luego por humanidad, puesto que trabajamos por y para las personas», insisten.
Los trabajadores han decidido «romper su silencio» porque se sienten «públicamente cuestionados y desprestigiados, ya no sólo a nivel laboral, sino también personal, por las «opiniones gratuitas y sin ningún tipo de fundamento».
«Los alimentos estaban bien»
En rueda de prensa, los empleados de la cocina han defendido que nunca se ha servido comida caducada a los pacientes, y que los procedimientos sanitarios exigidos por ley se siguen «como siempre, de manera estricta». Según han explicado, el método de congelación efectuado se ha realizado para alargar la vida útil del alimento, «ya cocinado, pasteurizado y posteriormente refrigerado, siempre dentro de las fechas límites (3-5 días antes de su vencimiento), conservándolo por un máximo de tres meses».
Asimismo, han señalado que si se detecta cualquier error en el procedimiento, «se retira inmediatamente el producto». «Desde el servicio de cocina nunca ha sido, ni será servido ningún tipo de alimento que no reúna las condiciones óptimas de salubridad exigidas» , han afirmado, y han remarcado que continuarán trabajando para que «la estancia de los pacientes sea lo más agradable y segura posible, contribuyendo desde nuestros puestos de trabajo a su pronta recuperación».
Un hecho puntual
Sobre el producto congelado encontrado durante la inspección, han aclarado que no eran yogures, sino otro tipo de comida, y que se congeló de forma puntual, porque la reforma que se llevó a cabo en la cocina del hospital provocó que sobrara stock de comida. «Se congeló y ya está», ha indicado.
También han rechazado las acusaciones de partidos y sindicatos que dicen que hace tiempo que el servicio no funciona bien. «No permitiríamos que el servicio no sea de calidad. Somos los primeros que si vemos que algo está mal, lo desechamos. Somos los primeros que probamos la comida antes de que suba a planta, somos los máximos interesados, somos los trabajadores del hospital», han indicado.
Los trabajadores no han querido «entrar» en el tema de por qué la gerencia del hospital informó sobre la caducidad de los alimentos, antes de comprobar si estaban bien, pero han asegurado que han tenido conocimiento del resultado de la analítica del alimento congelado en cuestión y que indica que «estaba todo bien». «Era un alimento cocinado, pasteurizado, refrigerado que antes de que venciera su caducidad, se congeló», han insistido.
«No sabemos de dónde ha salido la información de que era un yogur, no tiene ni pies de cabeza congelar un yogur», han añadido.
Los trabajadores han explicado que la cocina ha pasado por tres empresas subcontratadas desde que se puso en marcha el nuevo hospital. También han advertido de que hay más presión laboral y menos puestos de trabajo con la nueva contrata.
Sobre el procedimiento de recibir la comida cocinada desde Barcelona, en vez de prepararla en el hospital y al momento, como se hacía antes, defienden que no ha mermado la calidad, y que en algím caso, incluso, la ha aumentado.
Mentira
Mentira