@NataliaCárdenas / Tras doce años de silencio poético, Julio Herranz presenta su nuevo libro de poemas ‘Los años resistentes’. Este silencio se ha debido a su intensa actividad periodística y ha sido, una vez llegada la jubilación, cuando ha dispuesto de tiempo para ordenar sus versos y componer una obra.
La presentación, que ha tenido lugar este jueves en el Centro cultural de Can Jeroni, ha empezado con un emotivo recuerdo al poeta recientemente fallecido, Manel Marí. Herranz ha querido honrar su memoria y antes de empezar la presentación en sí, ha leído un poema suyo y le ha dedicado unas bonitas palabras. «Ha sido un palo para la cultura en general y la poesía en particular de la isla», ha lamentado el poeta.
«Es un libro que tenía ganas de hacer al jubilarme, para hacer balance del pasado, presente y expectativas de futuro. Desde el punto de vista de que jubilarse no es morir, sino que es una oportunidad de ser dueño de tu tiempo y hacer lo que te apetezca», nos cuenta Herranz. Por otro lado explica que también quería hacer uno homenaje al periodismo haciendo una especie de artículos periodísticos pero en clave de poesía narrativa, fácil de leer sin demasiada complicación de metáforas, directa y sencilla.
Cuarenta capítulos de una misma longitud, como artículos de periódico. En cuanto a temas, el libro tiene cuatro apartados: Uno es el mundo de los sentimientos, otro va sobre el arte, hay otro dedicado a los amigos y familiares a la sociedad en general y un cuarto tema más crítico que trata sobre la Ibiza actual. En tono de humor, incluso irónico a veces, en actitud positiva, Herranz da un repaso a lo que no le gusta de la isla
«Yo llegué a Ibiza en 1974 y ha cambiado mucho. La gente joven de ahora viene para ir de marcha alas discotecas, cosa que a mi no me gusta hacer. Esta Ibiza se ha deteriorado en el paisaje en general, la saturación de los veranos hace que sea imposible moverse», protesta Herranz.
«El espíritu hippy y romántico de mi época ha desaparecido, sobre todo en la costa. El mundo rural del interior como Santa Gertrudis aún se mantiene algo. Pero esta isla de ahora con los beach clubs, las playas ya no son para descansar con su chiringuito, son una discoteca», afirma.
Doce años sin publicar desde ‘El ángel yuxtapuesto’ que le valió el IX Premio Interanacional de Poesía de Ciudad de Torrevieja, Herranz comenta que cuando uno se dedica al periodismo la cabeza se dedica 24 horas al trabajo. Si bien, durante ese periodo de tiempo seguía escribiendo poesía, reconoce que lo hacía de manera «dominguera», no tenía tiempo ni tranquilidad suficiente para pensar en un libro con una contención unitaria.
Julio Herranz cuenta que dedica su jubilación a leer mucho, viajar, a trabajar en nuevos proyectos y hacer lo que le gusta y da la gana.