@Noudiari / Noventa minutos de cánticos y de bullicio. Así es la animosa afición del Formentera, la más numerosa de las Pitiüses y una de las pocas que grita y alienta a su equipo de principio a fin, independientemente del resultado, del juego o de la entrega de los jugadores.
No decayó el ritmo de la hinchada en la primera parte, en la que su equipo perdía, y subió los decibelios de forma importante en la segunda, cuando su equipo empató y se puso por delante casi al final del choque, en el minuto 84. Un espectáculo.