@Noudiari / La Unión Deportiva Ibiza ha esquivado el ridículo por los pelos y sobre la bocina, cuando ha logrado el gol del empate a dos ante un Santanyí que ha mandado en el marcador durante muchos minutos y que ha estado a punto de pescar un triunfo en un caladero donde los visitantes consiguen pocas capturas.
El conjunto mallorquín se debate entre el ser o no ser en la categoría, deambula por la parte media baja de la clasificación y su estructura es amateur al cien por cien. Todo lo contrario que el equipo que entrena Toni Amor, que presume de ser un club profesional a todos los niveles, a pesar de que sobre el rectángulo muchas veces no lo demuestre.
No hay lugar a la comparación entre unos y otros sobre objetivos o calidad. Sin embargo, el Santanyí ha puesto en jaque el talonario, los nombres propios y un proyecto cuya meta es el ascenso a Segunda División B, que es para lo que está confeccionando este equipo.
Los visitantes se pusieron por delante en el marcador con dos goles casi consecutivos en los minutos 18 y 21 y desde ese momento se dedicaron a hacer su juego para preservar el marcador, una táctica que estuvo a punto de surtir el efecto deseado.
Por mucho que lo intentó el cuadro local en la primera parte, no logró reducir diferencias hasta el minuto 84, cuando Cirio transformó en gol una pena máxima señalada poco antes. En el 89, casi con el tiempo cumplido, llegó el tanto del empate, que dio un punto a los de casa como mal menor, aunque algo no funciona como debería en el bloque de Can Misses.
Con este tropiezo, el Ibiza puede perder esta tarde el liderato de la Liga si el Mallorca B es capaz de ganar en su estadio al Llosetense en el partido previsto para las cinco, ya la ventaja del cuadro ibicenco se ha reducido a solo dos puntos.