@Noudiari / El Ushuaïa Ibiza dilapidó sus opciones de clasificarse para los que hubieran sido sus quintos play-offs por el título consecutivos de una manera un tanto triste. El conjunto amarillo necesitaba una carambola en las dos jornadas restantes que ya no será necesaria. La clasificación pasaba por ganar sus dos partidos, y, a la primera, se rompió la baraja. Derrota, inesperada, dura, amarga, contra el débil L’Illa Grau, y punto y final prematuro para una temporada llena de luces y sombras.
Y eso que el encuentro comenzó francamente bien para los de Marcelo de Stéfano. Muy bien. El 1 a 3 inicial para los castellonenses fue un espejismo. Muy rápidamente, el Ushuaïa se hizo con el control del juego y del marcador. Siempre por delante en el primer set, de la mano de un Héctor Salerno muy enchufado desde el inicio. Así, la primera manga cayó del lado pitiuso, fácil, cómoda, 25-19.
Todavía más sangrante fue la diferencia entre unos y otros en el segundo parcial. El Illa Grau, que todavía no estaba salvado (ahora ya lo está matemáticamente), demostró durante la primera hora de partido el porqué de su delicada situación clasificatoria.
Todo parecía encajar, mientras el Ushuaia se apuntaba tantos al ritmo que imponían Salerno y Elvis de Oliverira. Los castellonenses, club hermano del Villarreal CF, no hacían honor a su triunfador “colega” futbolístico, y lejos de mostrar galones, mostraban vergüenzas. Así, el segundo set también se quedó en casa, por un casi insultante 25-15.
Pero el sueño del play-off se tornó pesadilla. De la manera más inesperada, el illa Grau se convirtió en Ave Fénix y renació cuando ya casi todos le daban por muerto. Los blanquinegros, de la mano de un gran Iván Fernández al remate y, sobretodo, bajo la batuta del colocador de más de dos metros Sergi Reñé (el futuro es suyo), se vinieron arriba. Y de qué manera. Se apuntaron la tercera manga poer 23 a 25, y los nervios pasaron a Defcon-4 en Es Viver.
La presión empezó a hacer mella en los ibicencos. No podían fallar, y cada vez se veían más cerca de hacerlo. Marcelo de Stéfano no encontró reacción posible al mirar al banquillo, y decidió no hacer ni un sólo cambio en las primeras cuatro mangas.
Los mismos 7 hombres ganaron los dos primeros sets. Los mismos siete que perdieron el tercero y el cuarto. L’Illa Grau cada vez se encontraba más cómodo, y supo jugar con la tensión local. De hecho, el cuarto set acabó de manera extraña, con una roja a Arthur Borges por protestar una decisión arbitral y la exclusión del técnico De Stéfano. Y lo peor… con un 22 a 25 que empezaba a poner el billete para los play-offs negro oscuro casi negro…
Se llegó a un tie-break con el que pocos contaban. Y la dinámica fue la misma que en los dos anteriores sets. Marcelo tuvo uqe introducir forzosamente su primer cambio al dar entrada al colocador Céar Martín por la lesión de Putini Filho. La presión era toda amarilla, y se acabó notando. L’Illa grau, que tan sólo había ganado uno de los nueve encuentros contra Ushuaia hasta ahora, se acabó llevando la victoria al anotarse el desempate por 14 a 16.
Ya no hará falta tirar de calculadora. La derrota deja sin opciones matemáticas al Ushuaía de disputar el play-off. Triste despedida del curso para un equipo que ha dado siempre una de cal y una de arena. Ahora, sólo queda pensar ya en volver a intentarlo el próximo curso.