@Noudiari / Le costó Dios y ayuda llegar a Segunda B y ahora no quiere irse del baile tan pronto. La Peña Deportiva sigue manteniendo el pulso en la categoría, resistiéndose a caer al pozo de la Tercera de nuevo. Las cuentas le siguen saliendo tras la importantísima victoria sumada ante el Hércules.
Ahora mismo, los pitiusos son antepenúltimos con 30 puntos, a tan solo dos de la promoción de descenso y a cuatro de la orilla. La luz está más cerca, pero la Peña sigue en el túnel. La calculadora dice que hay que sumar 14 o 15 de los 24 que restan para seguir en Segunda B. Difícil, sí, pero no impensable.
Y menos después de comprobar las prestaciones del equipo en la segunda vuelta del campeonato. Cierto es que al equipo le cuesta mucho generar ocasiones, a excepción del balón parado. Pero una cosa sí que es admirable: la peña ha echado el cerrojo a la meta de Imanol y ha reducido los ataques de los rivales a la mínima expresión.
No llega mucho, pero le llegan todavía menos. Así, los puntos van cayendo en su casillero, siempre desde la renovada seguridad defensiva del equipo. El otrora todopoderoso Hércules fue una nueva “víctima” de esa firmeza. Os de Josip Visjnic prácticamente no tuvieron ni una sola ocasión clara en todo el encuentro.
El viento favorecía a los herculanos en el primer tiempo, pero ni con esas el bloque peñista pasó apuros. Es cierto que las (pocas) llegadas con peligro de los primeros 45 minutos fueron del Hércules, pero siempre inocentes, sin demasiada sensación de peligro.
Mori dejó a Javi Gallardo y Marcos Pérez en el banquillo para situar en los laterales hombres con poco recorrido ofensivo como Pau Cendrós y Chechu Meneses. Lo que perdió en profundidad lo ganó en seguridad, y la Peña no lo pasó nada mal con el viento en contra. A vestuarios, sin goles, y sin prácticamente ocasiones que echarse a la boca.
La Peña aumentó una marcha tras el descanso, consciente de que el empate le servía entre poco y nada. Ahora con el juguete de Eolo a favor, llegaron los primeros avisos, casi todos a balón parado. Górriz, Guille Andrés y Pau Pomar probaron fortuna, pero no acertaron. Muy claras fueron sobre todo la del ariete vasco y la del central mallorquín, pero su mirilla estaba torcida.
Dani Mori dio entrada mediado el segundo tiempo a Salinas y la jugada le acabó saliendo redonda. Cuando el partido agonizaba, y volaban dos puntos más del Municipal, acaeció la jugada clave del día. Salinas cae al área cuando intentaba hacerse con un balón perdido y el árbitro (que anteriormente había amonestado al propio Salinas por fingir un penalti) no dudó en señalar el punto fatídico.
Era el minuto 90 y a la Peña se le abría el cielo. La responsabilidad la tomó el mismo Salinas, que engañó bien a Falcón y marcó su primer gol en esta nueva etapa de blanco. Ya no había tiempo para más, y la Peña selló una victoria vital en su lucha por la salvación. La semana que viene, una nueva batalla, en Son Malferit, contra un Atlético Baleares que sigue aún más hundido que los ibicencos.