@B.R./ La coordinadora del estudio sobre el consumo de drogas en la población escolar de Ibiza y del Centre d’Estudis i Prevenció de Conductes Addicties (CEPCA), Belén Alvite, lo tiene claro: “La familia tiene que abordar más, con los menores, el consumo de drogas y alcohol”.
Pero va más allá: “Los padres tienen que dar un paso adelante porque con quien más hablan de drogas es con las madres”, señala a la vez que recuerda que, según el estudio presentado ayer en el Consell d’Eivissa, el 77% de los encuestados vive con los dos, con el padre y la madre, por lo que el mensaje de prevención “debería llegar por parte de los dos”.
Alvite hace hincapié en la necesidad de involucrar a la familia después de que el estudio revele que el 30% de los menores que reconocen que consumen alcohol lo hicieron por primera vez en el entorno familiar, mientras que otro 12% señala que sus padres le permiten consumir cannabis.
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Normalización de la sociedad
En relación al consumo de alcohol, que alcanza al 66,9% de los encuestados, la coordinadora del CEPCA apunta que la “normalización que tenemos en la sociedad, se traduce en la normalización por parte de los padres”.
En cuanto a la frecuencia con la que los menores consumen alcohol, el 26,7% dice haberlo probadopero no lo bebe, el 28,4% reconoce consumir alcohol ocasionalmente, el 11,2% lo hace casi todos o todos los fines de semana, mientras que un 0,5% admite que consume alcohol a diario. Por contra, un 33,1% apunta que nunca ha probado el alcohol.
Adquieren alcohol en supermercados y tiendas
Además, los responsables del mismo estudio alertan de que cerca del 66% de los encuestados aseguran que han adquirido el alcohol en supermercados, mientras otros lo hacen en pequeñas tiendas (59,4%), bares y discotecas (47,3%), gasolineras (34,7%) o en bodegas (33,6%); cifras todas ellas que sorprenden al tratarse de menores a los que se les prohíbe la compra de alcohol.
En relación a dónde consumen, la mayoría dice hacerlo en un botellón celebrado en un espacio público (63,1%) frente al 49,8% que lo hace en botellones que se desarrollan en espacios privados (casas propias o de amigos); en bares (40,7%) o en discotecas (18,7%).
Los botellones
De hecho, el estudio destaca que la mitad de los jóvenes han ido alguna vez o suelen ir a botellones. El porcentaje se incrementa así como aumenta la edad por lo que un 14% acude todos o casi todos los fines de semana a un botellón con 16 años mientras que la cifra aumenta hasta el 23% a los 18 años.
Emborracharse cuanto antes
En cuanto a sus intenciones, la mayoría asegura que el objetivo de ir a un botellón no es emborracharse (64,3%) pero de la opinión contraria es el resto: el 32.8% señala que acude a los botellones para emborracharse cuanto antes. “Los que van al botellón solo con la idea especifica de emborracharse cuanto antes son los que no tienen ni freno ni autocontrol”, advierte Alvite.
De hecho, el 42,3% de los encuentros reconoció que se había emborrachado en el último mes y la media de días que se emborrachan es de 3,5 días al mes, es decir, un día cada fin de semana, aproximadamente.