@Noudiari / Hace semanas, casi meses, que se habla del trascendental duelo entre el Ibiza y el Mallorca B, que se disputará el próximo 22 de abril. Lamentablemente, tanto hablar de ese día y puede que acabe valiendo de poco, o nada, vencer al filial bermellón. Porque la hemorragia de puntos del bloque unionista no parece acabar. En Lloseta volaron dos más, como los tres que se esfumaron en Manacor, como los dos más que se llevó el Santanyí de Can Misses.
El Mallorca B, que recibe al Serverense mañana, se irá a tres puntos si vence, cuando hasta hace bien poco estaba cuatro por debajo. Y como guinda de este amargo pastel, el Poblense, al que los de Toni Amor aventajaban en 7 puntos, no deja de ganar y ya ha atrapado a la UD, sólo por delante de los azulgranas ya por el goal-average particular. A seis jornadas para el final, el título se divisa, paradójicamente, cada vez más lejano…
La UD Ibiza firmó una primera mitad de las que arman de argumentos a sus detractores. Todo depende del cristal a través del que se mire. Si nos dicen hace dos años que tendríamos un equipo de Vila en zona de play-off de ascenso a Segunda B, a todos nos hubiera parecido algo mágico. Pero claro, a este trasatlántico se le puede exigir eso y más. O al menos, se le puede exigir que pise el área mucho más de lo que lo hizo el equipo celeste en los primeros 45 minutos en Lloseta.
En todo el primer tiempo, tan sólo una llegada con cierto peligro inquietó al meta mallorquín. Fue un disparo de Cirio, cruzado, que el portero envió bien a córner. Ya está. Hasta ahí toda la aportación ofensiva de la UD al partido en una hora aburridísima de fútbol. Vaya por delante, también, que el Llosetense no inquietó nunca tampoco la meta de Jesús, titular por delante del recién fichado Álex.
Capítulo aparte merecería el “expediente Cochis”. Cuenta la leyenda que el argentino fue presentado hace ya varias semanas con la vitola de crack. Pero de momento no se le ha visto en ninguna convocatoria. El club, a su vez, fiel a su política de comunicación algo hermética, tampoco ha aclarado qué lesión tiene, para cuánto tiempo se calcula su ausencia. Los mismos que nos ilusionamos con su llegada somos los mismos que ya ni recordamos su existencia en la plantilla…
El segundo tiempo la UD mejoró algo, eso sí. De hecho, en tan solo cinco minutos generó más peligro que en toda la primera mitad. Álvaro Muñiz, muy activo, disparó arriba nada más empezar. Después, Terán tuvo otra buena ocasión, que el gran extremo andaluz desaprovechó. Para más inri, el árbitro anuló un gol a Mateu Ferrer por fuera de juego de Cirio en la acción anterior.
El empate no valía y los de Toni Amor lo sabían. El equipo metió una marcha más, pero ahí es cuando hay que preguntarse porqué no salen con la quinta desde el principio. Con la mejora, llegó la ocasión más clara del duelo. Álvaro dispara pero su chut se convirtió en un centro que habilitaba a Mateu. Éste, solo ante el meta, la estrelló contra el muñeco, y el rechace, que le volvió a caer a él ya sin portero, lo envió arriba desviado. No era el día.
Los minutos pasaron entre alguna ocasión más de Cirio, otro gol anulado al pichichi catalán por fuera de juego, y modificaciones tácticas que no trajeron con ellas la victoria. El pitido final fue una nueva cornada a un equipo que quiere ser campeón pero no acaba de encontrar el camino.