@Noudiari/ La Policía ha anunciado que, el pasado mes de enero, el arzobispo de Pamplona, monseñor Francisco Pérez, recibió un paquete con un consolador relleno de explosivos. Según informa el Diario de Navarra el arzobispo no llegó a abrir el paquete, que consideró que era “un poco raro” y lo envió a la policía que, al principio, no dio mucha importancia al tema.
El envío de este juguete sexual explosivo ha sido reivindicado por el Comando Mateo Morral, que también habría hecho explosionar el pasado año un artefacto explosivo en los confesionarios de la catedral de la Almudena, en Madrid, y que también envió otro vibrador bomba al director de un colegio elitista de la Moraleja, miembros del grupo integrista de extrema derecha Los Legionarios de Cristo. Este artefacto no llegó a su objetivo ya que estalló en la oficina de correos, hiriendo levemente a una funcionaria.
El envío de bombas ocultos en juguetes sexuales es, indudablemente, un salto cualitativo en las acciones que están empezando a desarrollar grupos de ideología anarquista que se identifican bajo una serie de nombres muy variopintos, como el Club de Artesanos del Café para sus nuevos usos, el Grupo Anticleral para el fomento del uso del Juguete Sexual o el Comando Mateo Morral, en homenaje al anarquista catalán que atentó contra el rey Alfonso XIII.