@Vicent Torres / La consellera de Cultura, Participación y Deportes, Fanny Tur, ha asegurado este martes en el pleno del Parlament que la excelencia musical primará sobre el nivel B2 de catalán a la hora de conseguir una plaza en la Orquestra Simfònica de les Illes Balears. Así lo ha asegurado al ibicenca a una pregunta de la diputada popular Sara Ramón, que ha acusado al Govern de «poner en riesgo la excelencia» al introducir como requisito en las bases la titulación para entrar en el bolsín de trabajo.
«La Orquestra Simfònica de Balears está mejor que nunca y contrasta con la pasada legislatura, en la que no se convocaron plazas y los músicos estuvieron meses sin cobrar. Ustedes se la quisieron cargar y la sacaron a subasta. Alarma social la provocan otras cosas. Los medios de comunicación nacionales se hicieron eco de este caso en un momento muy oportuno, en el que se hablaba del máster de la señora Cristina Cifuentes. Lo entiendo, ya que su nivel musical se quedó en la canción ‘El novio de la muerte'», ha cargado la consellera, quien ha matizado que la primera prueba se realiza tras un telón y que, en el paso posterior, «es cuando se tienen en cuenta otras titulaciones».
Por su parte, Sara Ramon la respuesta en forma de ataque al PP «demuestra que su política no atiende a otras razones que no sean la imposición por la imposición». La diputada popular ha calificado de «sinsentido» que para optar a un puesto eventual de la Orquesta Simfònica «puntúe más el B2 de catalán que la excelencia profesional. Un aspirante con un cinco y el título de catalán primará sobre otro que tenga 10 puntos y carezca de él».
«Esta medida da cuenta de la deriva lingüística de un Govern empeñado en imponer el catalán por encima de otros méritos», ha señalado Ramón.
¿Han cambiado las bases? Porque si no han cambiado, bastará que haya un solo aspirante con título de catalán para que se coloque al frente de la lista por encima de otros sin el catalán, aunque estos últimos tengan una puntuación muy superior. Con este panorama no se va a presentar gente que no tenga el B2. Es perder el tiempo y el dinero. Son muy libres de poner el catalán ante todo, para eso han ganado unas elecciones, pero luego no se avergüencen de ello y sobre todo, no mientan. No mientan porque no nos chupamos el dedo. Lo que me molesta no es que pidan el B2 sino esta manera de tratar de disimular.