@Noudiari / La pelota no entra y descuadra las matemáticas de la Peña. La falta de puntería, mezclada con los nervios y la ansiedad que sufren los equipos que ocupan las plazas del descenso, ha vuelto a condenar a los santaeulalienses. El Cornellà se ha llevado este mediodía un punto de su visita al Municipal de la Villa del Río a pesar de jugar con diez durante la última media hora, 1-1.
Al equipo de Jordi Roger le bastó con avanzarse en el primer tramo de partido, que fue suyo en cuanto a dominio, gracias a un gol de Sergio Cortés. El centrocampista del Cornellà le ganó la espalda a los defensas peñistas, recogió un pase al hueco y batió a Imanol. La Peña se veía por tercera vez consecutiva con la obligación de levantar un gol en casa. Contra el Saguntino, la remontada se culminó, pero hoy ocurrió lo mismo que ante el Llagostera: la resurrección se quedó a medias. Y no fue por oportunidades.
Mientras que el Cornellà causó inquietud en más de una contra, sobre todo en la segunda mitad, pero solo chutó una vez entre los tres palos (otra vez fue Sergio Cortés, pero Imanol estuvo atento para enviar la pelota a córner), a la Peña le sobraron ocasiones para acabar goleando. Hasta media docena de veces chutó el bloque que entrena Dani Mori desde dentro del área, pero una vez más el gol fue esquivo con los ibicencos. Solamente Guille Andrés acertó. Una bella vaselina del valenciano puso el 1-1 en el marcador justo antes del descanso.
Olvidadas quedaban las dos primeras acometidas de la Peña: un doble remate a bocajarro de Górriz y del propio Andrés y una falta que lanzó Rueda y detuvo Craviotto. El portero del Cornellà le sacó un tiro a bocajarro a Rueda al filo del descanso. Fue su última aparición hasta el minuto 62, cuando agarró el balón con las manos fuera del área y vio la roja. La Peña se relamía. Tenía al contrincante a punto de besar la lona. Bastaba un golpe más para derribarlo. La inferioridad de los barceloneses ponía la remontada en bandeja.
El público, que fue llenando minuto a minuto hasta darle un gran aspecto al Municipal al final del primer tiempo, casi canta gol varias veces. Como cuando Guille Andrés remató de cabeza una pelota peinada por Górriz. El cuero se estrelló en el larguero. O como cuando Salinas, por dos veces y al borde del pitido final, estuvo a un tris de batir a Ramón, el sustituto de Craviotto. El ’13’ del Cornellà sacó una manopla salvadora para enviar a saque de esquina un remate de Salinas que se envenenó tras tocar en la pierna de un rival. En el córner, Salinas volvió a tenerla y el portero suplente volvió a vestirse de héroe el día que debutaba en Segunda B. Un millenial de solo 18 años le quitaba a la Peña tres puntos vitales.
Con el empate, Mori y los suyos se quedan a cuatro puntos del descenso y cinco de la salvación cuando apenas quedan seis en juego. Dos partidos (Ebro, fuera, y Villarreal B, en casa) que hay que ganar mientras se reza para que los rivales tropiecen. Si no hay carambola, la Peña consumará el descenso que persigue al equipo desde principio de temporada.