@Noudiari / Baleares es la comunidad autónoma española con el mayor ratio de víctimas de violencia de género: casi 10 mujeres de cada 1.000 en 2017. Motivo por el cual los juzgados baleares de violencia sobre la mujer denunciaban recientemente su saturación y el riesgo para las víctimas. Situaciones como esta y la reciente sentencia del caso conocido como «la Mandada», ha puesto sobre la mesa el debate social sobre la violencia contra las mujeres. «De la condena y rechazo a la movilización en la calle, ahora es el tiempo de las propuestas» avisa Gent x Formentera.
Gent per Formentera presentará en el próximo pleno del Consell de Formentera una propuesta que contemple cambios legislativos, formación y medios para combatir la violencia hacia las mujeres en nuestra isla como contempla el Plan de igualdad de Formentera que actualmente se encuentra en fase avanzada de redacción.
Gent x Formentera rehuye del debate jurídico y técnico sobre la diferencia entre abuso sexual y agresión sexual con intimidación. «Nuestro código penal sigue definiendo la violación en función de la fuerza física, la amenaza de la fuerza, la coacción o la incapacidad de defenderse. Este es un enfoque que fomenta la idea que recae sobre las mujeres la responsabilidad de protegerse de la violación, lo que conocemos como re-victimación».
Por ello, GxF exigirá en su propuesta que el Estado Español adecue su legislación al pacto de Estambul que ratificó el 2014, el marco legal de referencia y más completo para combatir la violencia contra las mujeres y que obliga en los países a penalizar todo acto de carácter sexual realizado sin consentimiento.
En el consentimiento está la clave, la tristemente famosa proclama del NO es NO, ahora se ha visto ampliada a y si no es SI también es NO. Si no hay consentimiento, hay violencia.
«Además de los cambios legales, que es una parte necesaria, se tienen que implementar programas de educación efectivo-sexual basados en el respeto, la igualdad y la libertad. Y establecer programas de formación para los profesionales que tienen que prevenir, atender y garantizar el acceso de las mujeres víctimas de la violencia en la justicia.
«Esta formación se tiene que incluir en todos los estamentos de la justicia», dice GxF que parte del convencimiento que «la separación de poderes tiene que ser defendida como garante de la calidad democrática, pero el poder judicial está sometido a la crítica social como el ejecutivo y el legislativo».
«La negación de que los estereotipos y prejuicios de género impregnan la totalidad de nuestra sociedad, es lo que hace tan imprescindible como necesaria la fuerza transversal y universal que se ha conseguido en esta nueva oleada del movimiento feminista».