Desde tiempos inmemoriales, todas las sociedades humanas han querido establecer unos ritos de paso para que los miembros de las mismas aceptaran sus creencias y valores que las conformaban. Los ritos de paso que conocí los resumo en los ritos de paso para con Dios, para con la Patria y para con la Familia.
Rito de paso para con Dios. Se celebraba cuando cumplíamos entre los 8 o los 10 años y servía para escenificar el paso de la infancia a la pubertad. Este rito para con Dios se centraba en nuestra Primera Comunión, rito que se celebraba en todas las parroquias de la isla el día de la Ascensión del Señor.
La Primera Comunión era como una especie de presentación en sociedad de un nuevo ciudadano, utilizando la religión como nexo de unión de todos los individuos de una sociedad. Las tradiciones religiosas católicas formaban parte inseparable de las costumbres y tradiciones populares. Así como de niño no había sido obligado excesivamente a ir a la misa dominical o festiva ni a confesarse, a partir de la Primera Comunión todo cambiaba y asumía el cumplimiento de todos los mandamientos religiosos hasta el fin de sus días. Este acto merecía un vestuario especial, que cada casa acomodaba a sus posibilidades económicas, al igual que el pequeño convite que se llevaba a cabo al finalizar el acto en forma de desayuno, pues las misas debían ser matinales para preservar el ayuno al que estábamos obligados para poder comulgar. Si bien el acto de la Primera Comunión era el gran acto del rito de paso citado, la máxima presentación en sociedad se celebraba, días después, en la participación de los neófitos adolescentes vestidos de Primera Comunión en las procesiones donde salía el Santísimo Sacramento solemnemente, que eran las del Corpus, del Corazón de Jesús o de Cristo Rey. Con el paso de los años, este rito ha ido perdiendo su exclusividad por la presencia de ciudadanos de diversas religiones o culturas o por el abandono de creencias religiosas.
Rito de paso para con la Patria. Este rito estaba destinado exclusivamente a los varones y consistía en hacer el servicio militar obligatorio para todos los jóvenes de 18 a 21 años como servicio a la Patria en sus ejércitos. Las mujeres estaban excluidas y destinadas a los servicios domésticos familiares, para lo que tenían que aprender a cocinar y a coser ropas, básicamente.
Los Ayuntamientos de cada pueblo o ciudad eran los encargados anualmente de llamar a sus mozos para ser medidos, pesados y hacer la lista del reemplazo, que mandaban a los gobiernos militares correspondientes. Esos gobiernos militares se encargaban de asignar un destino geográfico a cada nuevo mozo reclutado mediante sorteo, pudiendo ser destinado a cualquier unidad militar de tierra, mar o aire y a cualquier lugar de la geografía nacional. La Jura de Bandera, después de la pertinente instrucción militar básica, se solía hacer en público y era el máximo exponente de nuestra lealtad y disponibilidad para con la Patria en todo lo que hiciera falta para su defensa contra los enemigos en casos de guerra. Después de la Jura había que llevar a cabo el servicio militar por tiempo más o menos largo, según las necesidades militares, no siendo menor a un año de servicio.
Podríamos decir que este rito de paso era el que pasaba de la adolescencia a la madurez, a convertirte en hombre, pues debías cumplir disciplinas a las que no se estaba acostumbrado de adolescente, tener encima la autoridad de mandos diferentes a los padres, y conocer, en algunos casos, territorios diferentes a los que habitualmente vivías, con lo que ello comportaba de amplitud de horizontes vitales y de no tener cerca el apoyo familiar. Acabado este rito de paso para con la Patria suponía regresar a la vida normal y donde ya había que enfocar la vida para el futuro de cada uno.
Desde el primero de enero del año 2002, ese servicio militar obligatorio quedó suspendido, pasando los soldados y marinos a ser profesionales. Las mujeres también han conseguido integrarse en las tropas en igualdad de condiciones que los hombres.
Rito de paso para con la Familia. Desde tiempo inmemorial, la familia, el clan o la tribu son núcleos básicos de la preservación de la especie humana y de su cultura en sociedad. El rito en que se juntaban un hombre y una mujer para formar su propio núcleo familiar y separarse del tronco familiar inicial, era y es aún reconocido y lo convierte en el acto más solemne de todos los que existen actualmente, por su puesta en escena y sus convites. Antiguamente, las bodas se celebraban solamente en las iglesias, estando presentes los representantes del Registro Civil correspondiente para hacer las correspondientes inscripciones legales. Desde la entrada de la democracia en España, se han reconocido nuevos tipos de ritos matrimoniales, pudiéndose casar las parejas en el Juzgado o en el Ayuntamiento, sin ser necesario el rito religioso. Así mismo se han creado diversos tipos de matrimonios, ya sean heterosexuales, monoparentales u homosexuales, con lo que las familias actuales han cambiado mucho de las tradicionales.
El matrimonio puramente civil se reguló por Ley de 24 de abril de 1.958, aplicable, eso sí, «cuando se pruebe que ninguno de los contrayentes profesa la religión católica».
Y lo del «matrimonio monoparental» ya me lo explicarás…..
Tienes razón, MTR, quise decir familia monoparental.
Las prisas son muuuu malas