@Noudiari / Una joven turista ingresó en urgencias del Hospital Can Misses hace un par de meses con síntomas de sufrir una «sumisión química». No ha sido hasta conocerse los resultados de los análisis realizados a la chica cuando se ha podido confirmar que en su cuerpo se hallara una mezcla de ketamina y GHB.
La sumisión química es la anulación de la voluntad de una persona para poder aprovecharse de ella, ya sea mediante una agresión sexual o para robar sus pertenencias.
Las muestras recogidas de la joven turista fueron enviadas al laboratorio de Son Espases en Palma quienes corroboraron que había ketamina y GHB, la primera es un potente alucinógeno que en medicina se usa como sedante o anestésico, por su parte el GHB es conocida como la droga del sexo o de las violaciones ya que anula la voluntad de la persona a la que se le suministra.
En declaraciones a la Cadena Ser, la coordinadora de Urgencias de Can Misses, María Ángeles Leciñeña ha destacado que en algunos casos las víctimas «no son conscientes de haber consumido estas drogas, que alguien ha mezclado en su bebida».
Por esa razón tampoco resulta fácil confirmar estos abusos, porque en algunos casos «pueden ofrecer poca información a los médicos porque tienen recuerdos vagos de lo sucedido».
Lo que si ha resaltado Leciñeña es que cuando se tienen indicios se envían muestras a Son Espases para su confirmación, porque el laboratorio de Can Misses «no cuenta con los medios necesarios ya que sólo pueden analizar un número limitado de drogas de tipo opiáceo».
No me sorprende nada, ya.