Fútbol Pitiuso / El Ibiza tiene este domingo una cita con la historia y quiere escribirla con letras de oro. El equipo celeste se encuentra a 90 minutos de tocar el cielo, pero tendrá que salir victorioso en el partido de vuelta de la final del playoff ante el Atlético Levante. La ciudad deportiva de Buñol es el escenario donde el conjunto unionista quiere celebrar con sus aficionados el deseado ascenso a Segunda División B y tras el triunfo logrado en Can Misses en la ida gracias al golazo de Gregori, la escuadra ibicenca tiene algo más cerca el objetivo por el que los jugadores han estado luchando duro toda la temporada.
Las sensaciones que se respiran en el vestuario son inmejorables. Esta semana, el grupo se ha entrenado con muchas ganas, esperando el día del trascendental encuentro con ilusión y responsabilidad. Saben los futbolistas lo mucho que está en juego y saltarán al verde a competir al máximo, a dejarse la piel para alcanzar la gloria deportiva. La fuerza del equipo radica en la unión y la solidaridad con la que afronta los encuentros y para el de este domingo, los jugadores se han conjurado para sacarlo adelante echando toda la carne en el asador porque después no habrá más oportunidades.
Rufete, entrenador del Ibiza, se lleva a toda la plantilla a Valencia y mañana sábado el equipo llevará a cabo su último entrenamiento en un campo de hierba natural para aclimatarse a la superficie del terreno de juego donde se medirá al filial del Levante en la ciudad deportiva de Buñol. El míster unionista, en la rueda de prensa que ha tenido lugar esta mañana después de la última sesión preparatoria en Can Misses antes del desplazamiento a tierras valencianas, ha asegurado, entre otras valoraciones, que “somos muy conscientes de que nos quedan 90 minutos para conseguir el objetivo”.