Sí, estoy indignado igual que el gran numero de personas que se han manifestado en todo el país, contra la libertad provisional de los conocidos como «la manada”. Cualquiera que tenga dos dedos de frente (aunque hay algunos…), tiene muy claro que la violación o los abusos sexuales son un claro acto de violencia y que no solo afecta en lo físico y mental, sino que es una vivencia traumática que en la mayoría de los casos las víctimas no olvidarán.
Me explico, no hace mucho agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría Provincial de Alicante han detenido en Elche a un joven de 24 años considerado un agresor sexual en serie, como presunto autor de siete delitos contra la libertad sexual, seis de ellos cometido a menores de edad (Alerta Digital de 22 de junio). La Policía Nacional ha detenido a los diez presuntos responsables de una salvaje violación grupal ocurrida en Alicante y de varias agresiones sexuales más a menores en la capital levantina. (Las Provincias de 23 de Marzo). ¿Alguien ha salido a la calle para protestar contra estos energúmenos? ¿Por qué la tv, radio y prensa no ha dado tanta cobertura mediática a estos casos, como el de «la manada»? ¿Acaso creen que son de menor gravedad?
¿Por qué este miedo a tener la misma actitud con estos descerebrados que con los de «la manada»? ¿Miedo a ser llamados racistas? Violación o abuso sexual, tiene la misma gravedad (penal y moral), los cometa quien la cometa.
Para mas inri, en el año 2011, en “Alerta Digital”, de fecha 16/06/2011, se podía leer el siguiente titular: “El Gobierno prohibirá a los medios informativos que citen la nacionalidad del extranjero que cometa un delito». Pues yo como ciudadano de este país, quiero saber quienes son los que cometen los delitos, sean de Tombuctu, o de Valdebotijos de arriba.
Tenemos derecho a información veraz, no sesgada. ¿O es que tiene menos derechos un ciudadano español que un inmigrante? Y no es que esté en contra del derecho de los inmigrantes (los españoles lo somos desde hace muchos años). Pero sí digo que tienen que ser los mismos que el resto de ciudadanos.
Seguramente que por dar mi opinión al respecto más de uno arderá en cólera y desatará todos los infiernos sobre mi persona. No pasa nada, esto me demuestra que realmente somos una sociedad hipócrita. Sí, hipócritas, este tipo de cosas no suelen decirse porque nos guste o no, insisto, en España somos hipócritas hasta el final.
Tengo muy claro que no se trata de un problema que padecemos solo en España, se trata de un problema a mayor escala. Según las estadísticas Europeas, se sabe que un 33% de las mujeres europeas mayores de 15 años han sufrido violencia sexual o física. En el caso español, es un 22%, es decir, estamos por debajo de la media, ya lo sé, mal de muchos, consuelo de tontos.
Recuerdo que hace unos años, El Tribunal de Estrasburgo tumbo la «doctrina Parot». Esta desgraciada y maldita sentencia hizo posible que personajes como el “violador del ascensor” o el “violador del portal” quedaran en libertad. Sabiendo que no se trataba de enfermos mentales, sino de depredadores sexuales que carecen de empatía. En el caso del “violador del ascensor”, este volvió a reincidir en cuatro violaciones mas (Sic).
En EUA, la Ley Megan, en recuerdo de Megan Kanka, una niña de 7 años violada y asesinada en Nueva Jersey en 1994. Exige que los condenados por violación (especialmente si son por abusos de menores) comuniquen a la Policía su domicilio y cualquier cambio de dirección al salir de la cárcel tras cumplir su pena. El registro es obligatorio, en algunos casos durante un cierto período de tiempo y en otros de por vida. La Policía tiene la obligación de entregar esta información a quien la solicite.
¿Convendría que el Parlamento de España tomara alguna iniciativa al respecto? Algo habrá que hacer, digo yo.
Por José Luis Torres Ramón.