R. B./ Tras residir durante más de una década en Eivissa, Mark Vanderloo ha decidido liarse a la cabeza la manta de la hostelería y está planeando abrir un hotel en la isla. El modelo, quien a pesar de haber superado con amplitud la cuarentena sigue posando para campañas de publicidad de primeras marcas, ha pensado dar un giro de timón a su trayectoria profesional y tiene planeado construir un establecimiento hotelero en Eivissa, según recoge Periodicoam.
Hijo de un ama de casa y de un vendedor de huevos, Vanderloo está casado con la exmodelo y actriz Robine van der Meer, con quien tiene dos hijos, Emma Paula (2004) y Mark (2005). En junio de 2011 Vanderloo y van der Meer pasaron por el altar y escogieron, como no podía ser de otro modo, Eivissa como el lugar en el que entonar el ‘sí, quiero’.
En declaraciones a Mujer Hoy, Vanderloo reconoció su devoción por Eivissa: «No hay nada que me guste más que bajarme del avión cuando llego a la isla e impregnarme de sus olores. Esto es muy diferente, en las ciudades no se respira así». El modelo holandés, el más longevo de los que se mantienen todavía en activo, también admitió que no tenía planes de regresar a su tierra, ya que considera su país «muy frío y oscuro en invierno». Por el momento tenemos su presencia asegurada en la isla, en principio como residente y todo parece apuntar que muy pronto también se convertirá en empresario local.