@Noudiari / El primero de julio se celebrarán elecciones presidenciales en México. Después de celebrar el pase a octavos en el mundial, rodear la embajada de Corea del Sur en la Ciudad de México al grito de: “¡Coreano, hermano, eres mexicano!”, el domingo está llamado a votar un censo de 89,123,355 electores.
México, a diferencia de España es un sistema presidencialista, en pocas palabras, un sistema como el que reclamaban todos aquellos que decían no hace muchos días que “no habían votado a Pedro Sánchez” tras la moción de censura, demostrando el grado de desconocimiento al respecto de su propio sistema político, cuestión que se traduce en una pobre Cultura Política, hecho que se comparte con México, aunque España esté ligeramente por encima.
Estas elecciones, como es costumbre en México al hablar de comicios electorales, hacen honor a la teoría de las campañas permanentes de Blumenthal, según el cual, incluso cuando no hay elecciones los candidatos/representantes/políticos se encuentran en una campaña permanente e intensa, casi de acoso al electorado.
Los protagonistas»
Los contendientes son 4, se hablará en primer lugar del PRI (Partido Revolucionario Institucional), partido que gobernó la República Mexicana durante todo el siglo XX y, para desgracia de los mexicanos es el partido en el gobierno, el partido del presidente Enrique Peña Nieto. En México no se permite la reelección, con lo que el candidato a sucederle es José Antonio Meade, economista, y desde luego una prolongación del gobierno actual.
El partido en el Gobierno tiene en su contra haber impulsado la reforma energética (la vuelta de la inversión privada al Petróleo Mexicano), la reforma electoral (que ha significado una simple legitimación de la nueva institución electoral mediante el cambio de nombre), la reforma educativa (en la dirección de la reforma educativa europea, en la cual se precariza la educación además de que se torna cada vez más clasista). A esto se puede añadir la desaparición y muerte de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, entre muchas más acciones.
Según diversas encuestas, Meade tiene un 18-21% de respaldo electoral, y a nivel comparativo por ideología sería comparable al PSOE»
Según diversas encuestas, Meade tiene un 18-21% de respaldo electoral, y a nivel comparativo por ideología sería comparable al PSOE, en políticas sociales podría considerarse de izquierda, y en política económica, un partido neoliberal, un poco más a la derecha que el PSOE.
En segundo lugar, el PAN (Partido de Acción Nacional), partido que gobernó desde 2000 hasta 2012, con la famosa guerra al narcotráfico por parte del Estado Mexicano que se saldó con más muertes que la gloriosa Revolución Mexicana. Partido de corte conservador (muy crítico con el derecho al aborto) y neoliberal. Al compararlo con el sistema político español, podría ser el equivalente al PP. Su candidato es Ricardo Anaya, y van en coalición con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y con Movimiento Ciudadano (MC), que también van de naranja. En las encuestas les colocan segundo, por delante de Meade con 21-26 puntos porcentuales.
En tercer lugar Jaime Rodríguez Calderón, “el Bronco” como candidato independiente. Destaca principalmente por su simpatía causada mediante lo absurdo. Entre sus propuestas se puede encontrar la de cortar las manos de los políticos corruptos, cuestión que ha generado burlas y memes infinitos, y los periodistas aún se cuestionan si es una simple ocurrencia o de verdad lo piensa. Según encuestas, cuenta con un escaso 3% de los presuntos votantes.
Por último encontramos a MORENA, Movimiento de Regeneración Nacional, cuyo candidato es Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Este partido y candidato ha destacado por ser la primera fuerza política en intención de voto según las encuestas arrojadas desde que comenzó la campaña, ahora cuenta con un respaldo de entre el 45 y el 53%.
El candidato, ya fue a principios de siglo Jefe de Gobierno del extinto Distrito Federal (equivalente a presidente de comunidad autónoma, sólo que en la capital de México se denomina Jefe de Gobierno, a diferencia de los Estados de la República, que se denominan gobernadores), y se ha presentado a las elecciones presidenciales en 2006, 2012, y ahora por tercera vez se presenta nuevamente.
A nivel ideológico sería comparable con PODEMOS, y esto se puede respaldar con el actuar de medios y contrincantes políticos a través de diferentes acusaciones que se suelen hacer a la izquierda. Es curioso, cómo en este mundo globalizado el sistema se defiende del mismo modo, por más que el sistema educativo mexicano sea igual o más precario que el venezolano, la principal acusación al candidato y a su formación política es que “llevarían Venezuela a México”.
Esta cuestión deja en evidencia al sistema, sobre todo en México, porque tanto los índices de corrupción existentes (https://transparencia.org.es/indice-de-percepcion-de-la-corrupcion/) como en los niveles educativos (http://www.oecd.org/pisa/) Venezuela o está al nivel de México o se encuentra incluso mejor. Llama la atención que en muchos casos cuentan con las mismas empresas de asesoría que los partidos políticos españoles.
Desde columnas académicas se habla de que la campaña consistió más en la descalificación hacia el otro que en propuestas de gobierno, salvo cortar las manos, Anaya y Meade se alineaban en contra de AMLO, los primeros denominados “la mafia del poder” y el segundo era la reencarnación de Venezuela en México, mientras el Bronco siempre a su aire generándose más fama de youtuber sin controlar las tecnologías que debatiendo.
Es llamativo cómo hoy en día el demonio del ideario colectivo occidental es Venezuela»
Es llamativo cómo hoy en día el demonio del ideario colectivo occidental es Venezuela, y lo efectivo que es el mensaje y el nivel al que cala siendo meras cábalas de los poderosos para engañar a los electores.
Muchas cosas han sucedido en este proceso electoral presidencial de México, desde multas impuestas por el Instituto Nacional Electoral a los partidos políticos por comprar votos, o publicidad indebida, etc., hasta candidatos muertos a tiros…
Está siendo una elección muy compleja en México que se ha trasladado incluso al Mundial, donde jóvenes mexicanos increparon y golpean a un aficionado mexicano, sí, un mexicano a otro mexicano en Rusia, por llevar una máscara de AMLO.
En resumen, salvo catástrofe del “sistema informático” del Instituto Nacional Electoral (Institución encargada de organizar y velar por las elecciones), AMLO será el nuevo presidente de México, y Venezuela del Norte vencerá 3 a 1 a Brasil.
Por Miguel Carranza Guasch