@Vicent Torres / Sobre las reservas pivota gran parte del trabajo de los hoteleros. Tras un mes de junio de vértigo, en el que se colgó el cartel de completo antes de lo esperado, la actividad se ralentizó para julio y agosto y se encendieron las alarmas en el sector. No obstante, para la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) la papeleta se ha salvado tras el susto inicial: «La valoración es buena, estamos contentos. Ojalá que la temporada que viene sea igual», ha asegurado la presidenta de la patronal, Ana Gordillo.
«Este verano ha sido diferente por el sistema que ha tenido el cliente de reservar. Se ha vendido a último momento. Es la consecuencia de los canales de reserva directa, como son plataformas como Booking. Esto hace que el cliente compre el vuelo y deje para última hora el hotel. Al final, pese al susto, se ha conseguido arreglar. Con septiembre ha pasado al revés. Ya está casi todo vendido para la primera quincena y vamos a ver si después podemos recuperar octubre , ha explicado Gordillo.
Los hoteleros estiman que las cifras de agosto serán similares al mes de julio, con un descenso del 2% en Eivissa y del 4% en Formentera. «Cuando estás muy arriba, bajar un poco no puede ser un drama», analiza Gordillo.
Para el futuro, la nueva presidenta de los hoteleros pitiusos espera que se mantenga esta tendencia. El sector celebraría mantener las cifras de 2018 ante la recuperación de nuevos destinos mucho más competitivos en precio, como puede ser el norte de África. Para ello, Gordillo apuesta por «cuidar al turista» y eliminar la conocida como Ecotasa (el Impuesto Turístico), su principal caballo de batalla desde que es presidenta del Fehif.
«Parece que estamos castigando al turista, cuando en otros sitios lo están cuidando. Pero también hay que trabajar en otros factores externos como la oferta ilegal, negativos para nuestro sector y para toda la sociedad de Eivissa y Formentera. El problema de los pisos turísticos es el que más daño hará a la larga. Una familia tiene muchas más ventajas frente al de hospedarse en un hotel, ya que no tiene que comer fuera, no paga el Impuesto Turístico… Es gente que viene con otro nivel adquisitivo y no tiene tanta intención de gastar fuera, afecta a toda la oferta complementaria. Es gente que viene con otro nivel adquisitivo. Nosotros estamos totalmente concienciados de que es un problema contra el que hay que luchar de manera contundente», concluye Ana Gordillo.