EFE / La Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) ha criticado hoy que el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética del Govern es «regresiva, discriminatoria y perjudicial para el medio ambiente».
La entidad considera que este proyecto, que propone que en 2025 no puedan añadirse vehículos diésel al parque móvil de las islas, va «en contra» de la legislación europea y que, además, «será muy costosa económicamente» para los ciudadanos de Baleares.
«Esta medida restará competitividad a las empresas y tendrá efectos perjudiciales para el medio ambiente porque, al carecer de un plan integral de desarrollo del vehículo eléctrico, su aplicación será muy costosa», ha indicado la confederación en una nota de prensa.
Aunque ha expresado su apoyo a las políticas que promueven mejorar las condiciones medioambientales, ha criticado prohibir los vehículos diésel nuevos porque provocará el envejecimiento del parque automovilístico, que es el responsable del 80 % de las emisiones contaminantes y del empeoramiento de la calidad del aire.
También ha reprochado que el proyecto de ley carece de un plan integral de desarrollo para el vehículo eléctrico y no incluye incentivos y beneficios fiscales, por lo que su aplicación en los términos en que está redactado supondrá una pérdida de competitividad.
«Los vehículos diésel nuevos cumplen una restrictiva normativa europea e incorporan sistemas que los hacen menos contaminantes incluso que los de gasolina», ha asegurado la presidenta de la CAEB, Carmen Planas. Por su parte, el vicepresidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), Mario Armero, ha remarcado: «El problema no es el diésel, sino los vehículos antiguos que circulan por las carreteras».
Además, el vicepresidente de la Comisión de Industria y Transportes de CAEB, Andreu Vidal, ha indicado que hay «una preocupación empresarial» por saber cómo se va a llevar a la práctica que los vehículos diésel nuevos no puedan circular por Baleares pero sí puedan hacerlo por el resto de España y Europa.
«Todas las ciudades que han introducido restricciones en la circulación se basan en criterios de antigüedad del vehículo pero aquí lo que se restringiría es una tecnología concreta, el diésel, sin tener en cuenta el nivel de emisiones de los vehículos», ha ratificado.
La CAEB ha recordado que el proyecto de ley también obligará a que a partir de 2020 el 2 % de la flota de alquiler sea eléctrica para avanzar progresivamente hasta el año 2035 en el que el 100% de los vehículos de alquiler deben ser eléctricos.
En este sentido, el presidente de la patronal de «rent a car» Baleval, Antoni Masferrer, ha criticado que los ciudadanos de la comunidad autónoma no pueden aceptar «ser los conejillos de indias de un experimento» y ha reiterado que «ni hay mercado suficiente de vehículos eléctricos en este momento ni está garantizado que pueda haberlo con la progresión que exige el proyecto de ley».
«Empezar con un 2 % de flota de alquiler eléctrica en 2020 ya son muchos coches y el siguiente problema sería dónde cargarlos. Lo lógico sería crear primero la infraestructura de recarga y después obligar a tener coches», ha concluido.
El problema no es el diésel, sino los vehículos antiguos que circulan por las carreteras y por las ciudades.
En la ciudad de Ibiza la cantidad de gases que emitien los autobuses, camiones y furgonetas de reparto y otros de particulares ha llegado a unos extremos que no se pueden permitir.
Yo me muevo en moto y muchas veces tengo que taparme la boca para no respirar la humareda que envía a la atmósfera el vehicuo que tengo delante.
La densidad en el centro es enorme y la gente, mayores y niños respiramos este humo que es completamente tóxico. La autoridad municipal debería defender nuestra salud controlando las emisiones que en algunos vehículos de servicio puúblico son escandalosas.