EFE / El histórico militante de Izquierda Unida (IU) Eberhard Grosske, que fue conseller de Trabajo del primer Govern de izquierdas de Baleares y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Palma, ha dejado el partido porque, entre otras razones, entiende que su dirección está desconectada de la realidad.
Después de 34 años de militancia, el político mallorquín, que llegó a liderar la organización en las islas aunque ya no ocupaba cargos de relevancia, ha explicado en su blog los motivos por los que ha decidido marcharse del partido pese a que en la última asamblea federal apoyó al actual coordinador federal, Alberto Garzón.
Considera que la «democracia participativa» por la que se debería regir IU «brilla por su ausencia y que la dirección actual carece de «una estrategia y una táctica útiles para avanzar».
En lugar de facilitar alianzas progresistas frente al avance de la derecha, IU «ha radicalizado su discurso», rompiendo «con enemigos internos tanto muertos (Carrillo) como vivos (Llamazares)», y situándose, a diferencia de Podemos, en la oposición al actual Gobierno del PSOE.
«El rumbo marcado hace unos meses en el Congreso del Partido Comunista (…) no está ayudando, precisamente, a superar nuestro divorcio de la realidad», lamenta Grosske, que subraya que la formación a la que pertenece Garzón ha recuperado conceptos de los que «se desprendió» en los 70 como «el centralismo democrático y el marxismo-leninismo».
El «último factor» de su salida de IU es «la asamblea extraordinaria del pasado mes de julio, impulsada a matacaballo para blindar las políticas emanadas de la dirección», y en la que se copió «el modelo podemita» de «democracia del clic».
Haciendo gala de humor, Grosske inicia el párrafo de despedida ofreciéndose «a limpiar la sede o a hacer otros trabajos auxiliares de cualquier fuerza política de izquierdas e independiente que recupere los valores y lo mejor de la cultura política de IU».