EFE / El Laboratorio Interdisciplinario sobre Cambio Climático (LINCC) de la UIB considera «necesario» reducir la presión humana en las islas para disminuir las necesidades energéticas y materiales de una cantidad de turistas «muy por encima de la capacidad natural del archipiélago».
Tras la publicación del nuevo informe del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático, IPCC, el LINCC advierte de que éste confirma «la necesidad de avanzar de manera rápida y profunda en medidas de descarbonización» para paliar el calentamiento global, ha informado la UIB en un comunicado.
El informe publicado por el IPCC aborda los impactos de un calentamiento de la Tierra de 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales y las consecuencias que tendría y los compara con un calentamiento de 2 grados.
Los especialistas de la UIB destacan que las conclusiones del IPCC son claras: no sólo es posible limitar el aumento de temperatura a 1,5 grados, sino que, si se compara con un aumento de 2 grados, alcanzar este límite permitiría reducir el número de personas afectadas en cientos de millones.
Esa diferencia reduciría además a la mitad la vulnerabilidad relacionada con el acceso al agua potable y evitaría la muerte casi total de los arrecifes de coral, que son clave para la biodiversidad marina.
Además, la mortalidad ligada al aumento de temperaturas, especialmente en situaciones de ola de calor, y el riesgo asociado a la propagación de vectores de enfermedades como el paludismo o el dengue, también serán notablemente inferiores si se consigue limitar aumento a 1,5 ° C.
Según el LINCC, es imprescindible reducir de manera muy importante las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030 y reducir las emisiones de CO2 prácticamente a cero dentro de 2050.
Además, conservar y aumentar espacios naturales como los bosques, que son sumideros de carbono naturales, se hace también imprescindible, porque la mayoría de modelos indican que para limitar el aumento de temperatura a 1,5 ° C hará falta no sólo dejar de emitir gases de efecto invernadero, sino también sustraer parte de los gases ya emitidos a la atmósfera (lo que se conoce como «captura y almacenamiento de carbono»).
Los especialistas de la UIB señalan por ejemplo que la posidonia es un sumidero natural de carbono de gran importancia en el Mediterráneo.
El LINCC reclama «avanzar de manera rápida y profunda en medidas de descarbonización, como, por ejemplo, las apuntadas al Proyecto de Ley de cambio climático y transición energética de las Islas Baleares, donde se insiste en la reducción sostenida del consumo energético y en la generación de la energía a partir de fuentes renovables».
En el caso particular de Baleares, manifiestan además «la necesidad de reducir la presión humana, a fin de disminuir las necesidades energéticas y materiales asociadas a un número de visitantes que se encuentra muy por encima de la capacidad natural del archipiélago».