@Vicent Torres / Un misterioso hilo en Twitter durante unas vacaciones en Mallorca cambió la vida de Manuel Bartual (Valencia, 1979). El fruto (mediático) que no había recogido tras años de trabajo como escritor, dibujante y director de cine apareció gracias al poder de las redes sociales. Pegó a sus diminutas pantallas posadas sobre la palma de su mano a miles de personas (su cuenta en esta red social tiene más de 300.000 seguidores) y ya nada volvió a ser como antes, al menos en lo que a repercusión se refiere. Pero Bartual está lejos de ser un one hit wonder: fue uno de los 18 ilustradores que dejó El Jueves por la censura de la editorial de una portada sobre la abdicación del rey Juan Carlos, ha puesto su firma a una docena de cortometrajes y un largometraje y dirige junto con Alba Diethelm el sello editorial ¡Caramba!.
Pregunta ¿Qué encontrarán los asistentes al festival Mal de Cap este viernes?
Respuesta: Hablaremos de este concepto nuevo que es la ‘twitteratura’. Contaré un poco el caso del hilo del verano pasado y hablaremos también de RedMonkey, que escribí junto a Modesto García. Intentaremos dar la respuesta a si es posible crear un hilo viral.
Tengo la sensación de que, independientemente del soporte, lo más importante sigue siendo tener una idea potente. Que en Internet es importante la estructura, pero no más que en otros soportes.
Totalmente, aunque nosotros creo que sí hemos detectado una serie de patrones o estructuras que, de algún modo, funcionan. Evidentemente, lo más importante es la historia en sí. El éxito posterior es impredecible, puedes tener una historia buena entre manos y estar seguro de que va a recibir interacción de los usuarios en las redes, pero luego igual no sucede. Es comparable a cuando estás dos años trabajando en una ‘peli’ y eres consciente de que es buena… La estrenas y no haces taquilla. Es un poco lo mismo, no hay forma de saberlo.
Debe haber un antes y un después de la historia que le hizo saltar a los medios en agosto de 2017. ¿Nota la presión? ¿Siente la obligación de agradar a mucha más gente y que hay más ojos sobre usted?
Hay más ojos, lo cual es muy halagador, pero no siento presión. Es bueno, de hecho. Me dedico a hacerlo lo mejor posible, aunque era lo mismo que hacía antes de que tuviera éxito el hilo.
Ha sido un placer escribir y dirigir junto a @modesto_garcia el hilo de #RedMonkey y Nela García. Muchas gracias a todos los que lo habéis seguido. Nos han encantado vuestros comentarios, teorías y memes… ¡Ha sido una pasada! Viva la #tuiteratura.https://t.co/2fXysV0tdN pic.twitter.com/LsmzTMxV1d
— Manuel Bartual (@ManuelBartual) 26 de agosto de 2018
Dejó de trabajar para El Jueves después de que RBA censurara una portada sobre la abdicación del rey Juan Carlos. Hemos visto a titiriteros imputados, raperos con condenas de cárcel por sus letras, cómicos en los tribunales… Y la última ha sido la polémica por el gag de Dani Mateo en ‘El Intermedio’. No son buenos tiempos para el humor y la libertad de expresión.
El tema está delicado. Bueno, lo que me pasa es que he hablado tantas veces de los límites del humor que me resulta aburrido. Para mí es muy sencillo: si algo no te interesa no le hagas caso. Es la mejor manera de convivir y de vivir tú mismo. Hay cosas, películas o ideas que igual no me gustan, pero lo que no se me ocurre es decir que se debe prohibir. Cada uno pone sus límites y acaba encontrando a su público. No me parece sensato que se tengan que prohibir este tipo de ficciones, ya que no dejan de ser eso.
¿Tener la piel tan fina nos empobrece como sociedad?
Sí, aunque va a rachas. ¿Empobrece? Estamos en un punto en el que el péndulo después se moverá hacia el otro lado. En el fondo, si haces un poco de retrospectiva histórica lo puedes apreciar. Son épocas y ahora estamos en un momento un poco incómodo. Me aburre todo esto. Cuando pasa una de estas historias tardo muy poco en cerrarlas.
¿Cómo lleva las críticas? Cuando se sale a la palestra son mucho más virulentas, especialmente en la Red.
Cualquier caso de éxito en Internet tiene asignada su cuota de haters, es inevitable. Ya contaba con ello. Evidentemente, desde que mi perfil se hizo viral en Twitter he visto cosas de todo tipo. Yo, por mi parte, no respondo nunca a nadie desagradable ni que venga a descargar sus frustraciones conmigo.
Lo que buscan es una reacción.
Buscan que les regales tu atención. No entiendo a la gente que entra al trapo, ¿qué quieren conseguir? Las discusiones en Internet no van a ningún lado, no cambiarás la forma de pensar de cierta gente. Esto no quiere decir que tenga una visión negativa de las redes, ya que me han dado muchas más cosas buenísimas que malas. Son un sitio idóneo para compartir ideas, opinar, informar y crear. Es lo que estoy comprobando con estos proyectos, es a lo que me gusta prestar atención. Todavía diferenciamos entre el mundo real y lo que pasa en Internet, cuando la red es el mundo real. No tiene sentido separarlo.
¿Puede ser Ibiza el escenario de su próximo éxito?
Quién sabe, igual se me ocurre algo.
Ando de vacaciones desde hace un par de días, en un hotel cerca de la playa. Iba todo bien hasta que han comenzado a suceder cosas raras. pic.twitter.com/6gd7Rqs6bL
— Manuel Bartual (@ManuelBartual) 21 de agosto de 2017