EFE / El conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, ha inaugurado hoy en la Playa de Palma el congreso internacional MedPAN de la red de gestores de áreas marinas protegidas del Mediterráneo, donde se ha dado a conocer el decreto y el servicio de vigilancia de la posidonia oceánica.
El congreso reunirá durante tres días a más de un centenar de expertos con el objetivo de sumar esfuerzos en la gestión de la Red Natura 2000 y analizar el papel de las áreas marinas protegidas para asegurar un futuro sostenible para los recursos marinos y la pesca artesanal en el Mediterráneo, ha informado el Govern en una nota.
Vidal ha calificado como «un orgullo acoger a todos los presentes que trabajan en temas de conservación de áreas marinas protegidas y Red Natura».
El conseller ha destacado el trabajo realizado en Baleares por la posidonia, «un pilar fundamental que hay que proteger para garantizar el futuro de nuestra biodiversidad marina».
En el encuentro confluyen participantes de dos reuniones diferentes, los de MedPAN y los de un taller regional de intercambio de experiencias sobre la gestión de la pesca a pequeña escala, titulado: «Desafíos del Mediterráneo para las áreas marinas protegidas y la pesca artesanal».
El director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Miquel Mir, ha explicado el proceso para aprobar el decreto de posidonia y ha destacado su importancia al ser la primera comunidad autónoma que desarrolla una legislación específica para la proteger esta planta marina.
Baleares tiene una «especial responsabilidad» en su conservación al ser la comunidad con más superficie de praderas de posidonia oceanica, un 50 % del total inventariado en España. Alrededor del 75 % de la superficie se encuentra en áreas incluidas en la Red Natura 2000 y además las praderas situadas entre Ibiza y Formentera fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.
En la actualidad el incremento de uso del mar, con presión antrópica tanto desde tierra (emisarios, construcción, etc.), como en el mar (pesca y navegación) da lugar a impactos que pueden poner en peligro el estado óptimo de conservación de la posidonia, lo que ha hecho necesaria la regulación adaptada a la realidad de las Islas Baleares para hacer compatibles las actividades humanas con la protección y conservación de la especie y su hábitat.
El decreto se orienta tanto a las administraciones como a los usuarios en las forma de poder conservar y disfrutar el litoral, con sostenibilidad.
En paralelo, durante los veranos de 2017 y 2018 el Govern ha realizado una campaña de vigilancia y sensibilización para los usuarios de embarcaciones que frecuentan las zonas con las praderas de posidonia que han supuesto que decenas de miles de navegantes hayan sido informados sobre la necesidad de conservar y respetar estas zonas mediante un procedimiento adecuado de fondeo.
El Govern ha recordado que un 25 % del territorio de Baleares forma parte de la Red Natura 2000, con 1.147 km² de superficie terrestre y 1.056 km² marina.
En total, son 159 espacios de los cuales 42 incluyen el medio marino.
Además, Baleares cuenta con 13 espacios naturales protegidos: el Parque Nacional del archipiélago de Cabrera; los parques naturales de la Albufera de Mallorca, s’Albufera des Grau, las Salinas de Ibiza y Formentera, Mondragó, Península de Levante y es Trenc- Salobrar de Campos; las reservas naturales de Albufereta y es Vedrà-es Vedranell; el paraje natural de la Serra de Tramuntana, y el Monumento natural de las Fonts Ufanes y el Torrent de Pareis.
Bajo la cobertura legal de estas figuras se protegen 74.255 hectáreas terrestres y 25.601 marinas, un 14,9 % de la superficie de Baleares.
Además, Baleares cuenta con ocho reservas marinas, lo que supone 61.000 hectáreas de protección.