EFE / Baleares es la comunidad donde más aumentó en 2017 el número de personas que necesitan un tratamiento renal sustitutivo (TRS), por lo que requieren diálisis o un trasplante, con 159 personas más, un 13 % por encima del año anterior, según el último Registro de la Sociedad Española de Nefrología (SEN)
El registro muestra que Baleares se sitúa por encima de las cifras nacionales sobre el impacto de la enfermedad renal en sus fases más avanzadas. Así, la incidencia de la enfermedad estuvo en 2017 en 188,3 pmp frente a los 141 de la media nacional, siendo comunidad en que más ha crecido el número de personas que pasan a necesitar Tratamiento Renal Sustitutivo, con más de un 13 % de aumento en un año.
En cuanto a la prevalencia (población total afectada), las cifras son algo inferiores a la media de España (1.083 pmp frente a 1.208 pmp de la media nacional), con un total de 1.208 pacientes renales en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS).
Baleares ha sido una de las comunidades que más ha apostado en 2017 por el inicio del TRS en la modalidad de diálisis peritoneal, situándose ya a la cabeza de España (con un 9,1 % del total de pacientes en TRS), con la consiguiente mejora en la calidad de vida de los pacientes.
Según la SEN, en España hay algo más de 7 millones personas que padecen Enfermedad Renal Crónica, con un impacto mucho mayor en hombres que en mujeres. De esos 7 millones de pacientes, algo más de 60.000 están en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS), es decir requieren tratamiento de diálisis o trasplante.
La mortalidad de la Enfermedad Renal Crónica se ha venido situando por encima del 8 % en la última década.
Los segmentos de población con mayor prevalencia de ERC son, por este orden, el de la población entre 65 y 74 años, con una prevalencia por encima de los 3.000 pmp; el de la población de más de 75 años, con 2.638 pmp; y el de la población entre 45 y 64, por encima de 1.765 pmp.
El aumento de la incidencia de la Enfermedad Renal Crónica se relaciona con el envejecimiento de la población, pero principalmente con factores de riesgo como la diabetes y la enfermedad cardiovascular (responsables de más del 50 por ciento de los casos), la obesidad, la hipertensión arterial y el tabaquismo.
Los nefrólogos han realizado un llamamiento sobre la importancia de adoptar hábitos de vida saludables para frenar el avance de una patología que ya se conoce como «la epidemia silenciosa», pues sus síntomas son poco reconocibles en sus estadios iniciales.
Una de las asignaturas pendientes es la detección precoz de esta patología, que permitiría reducir el daño renal e incluso revertirlo si se trata en sus primeras fases. Se estima que más del 40 % de la Enfermedad Renal Crónica está infradiagnosticada.