@Noudiari / El Ayuntamiento de Sant Antoni ha presentado hoy el presupuesto elaborado por la Concejalía de Hacienda para 2019, que mañana tiene que aprobar el Pleno. El Consistorio gestionará el año que viene 26.982.862 euros, unas cuentas que suponen un incremento del 5,19 % respecto de 2018 y que se traducen en 1.331.712 euros más, según ha explicado el alcalde, José Tur.
En cuanto a las inversiones, Sant Antoni destinará cerca de 6 millones de euros, concretamente 5.950.927 euros, de los cuales 4,1 millones proceden de financiación propia y 1,7 millones de financiación externa otras instituciones como el Consell de Eivissa, que ha aportado 1,5 millones mediante un convenio para el desarrollo del Plan Estratégico del municipio. El regidor de Hacienda, Francisco Tienda, ha señalado algunas de las inversiones previstas para el año que viene, como son la redacción del proyecto de construcción de un auditorio en la calle Cervantes (459.115 euros) o la reforma del antiguo Ayuntamiento (254.100 euros).
Vinculados a la Concejalía de Vías Públicas hay diferentes proyectos de importante cuantía, como la tercera fase del proyecto de eliminación de barreras arquitectónicas (855.076 euros), que llegará a las calles de Alemania, Alicante, Madrid, Lepanto, Vara de Rey, Sant Antoni y Balanzat. También se prevé la remodelación de la plaza de en Coixet (292.317 euros) y de s’Era d’en Manyà (260.453 euros). Entre las inversiones, también se incluye la instalación de una caldera de biomasa en el complejo deportivo Can Coix, proyecto que supondrá una inversión de más de 300.000 euros.
Otra novedad interesante en el apartado de inversiones es la introducción de una partida de 300.000 euros para el desarrollo de proyectos participativos. Así, los ciudadanos y asociaciones podrán proponer y elegir durante el primer trimestre del año tres proyectos, con un coste máximo de 100.000 euros cada uno, que el Consistorio se encargará de llevar a cabo.
La gestión económica realizada durante los últimos años ha permitido dar a la economía local la estabilidad suficiente como para mantener la presión fiscal y las bonificaciones recogidas en las ordenanzas. Así, «no habrá ningún aumento de tasas o impuestos, pero se incrementará la cantidad destinada a servicios sociales para atender las necesidades de los vecinos, subvencionar las asociaciones y continuar con proyectos ya consolidados como los Centros de Ocupación Especial que dan trabajo a personas en riesgo de exclusión», explican en el Consistorio.
La última deuda que acumulaba el Ayuntamiento ha quedado saldado los últimos meses de 2018, motivo por el cual Sant Antoni ha podido salir del Plan de Ajuste en que estaba inmerso desde 2012 y que tenía que durar hasta 2022. «Esto permitirá afrontar con más comodidad nuevas gastos y se incrementará, por ejemplo, el gasto en recogida de residuos, puesto que con la entrada en funcionamiento del nuevo contrato ha crecido considerablemente el número de toneladas totales recogidas y la cantidad de materia reciclada», aseguran.
Por otro lado, el 2019 se prevé liquidar la última de las expropiaciones pendientes en la urbanización Loma Pinar, «una actuación de anteriores gobiernos que ha condicionado el presupuesto del Consistorio durante todo este mandato. Las cuentas de 2019 incluyen una partida de más de 412.000 euros para acabar de pagar estas expropiaciones», finalizan.