R. B./ La fiebre de los beach clubs ha rebrotado en en Eivissa. Estos locales, que suelen nacer de un chiringuito de playa transformado en local de lujo, han encontrado en la isla su gallina de los huevos de oro y recién comenzada la temporada turística han comenzado a surgir por la costa ibicenca como por generación espontánea.
El 24 de mayo JAG Beach Club abrirá sus puertas en primera línea de mar en Platja d’en Bossa, muy cerca de Ushuaïa. UMEK y Javier González serán los encargados de animar la primera de las fiestas que celebrarán en este local cuyo propietario es Grégory Basso, un personaje mediático francés que se dio a conocer en su país al protagonizar un reality show basado en su vida titulado ‘Greg le millionnaire’. «Se llama JAG, como Jospeh, Arnaud y Greg, mi nombre y el de dos de mis socios», ha explicado este famoso francés a RTL, quien ha sido condenado en tres ocasiones en Francia por robo, falsificación de cheques y tráfico de drogas.
JAG contará con un restaurante gourmet con capacidad para 150 personas, capitaneado por Gilles Escaffre, un cocinero que, según declaraciones de Basso a RTL, «ha trabajado con Ducasse, Robuchon y en El Bulli». Por si no fuera poco exclusivo, JAG también dispondrá de un club privado con una cuarentena de mesas reservado a los clientes más VIP, donde pinchará «el mejor DJ del mundo», sin especificar más detalles.
Platja d’en Bossa, territorio abonado para beach clubs
Además, Eivissa Confidencial informaba hoy de la inminente apertura de otro beach club en Platja d’en Bossa, Santos Ibiza Coast Suites, un establecimiento que además de la oferta de ocio incluye también un hotel, como muchos de estos negocios. Situado en la calle Bruc número 3 de Platja d’en Bossa, la inauguración del ‘Santos’ está programada para el sábado 11 de mayo con las actuaciones de Smokin Jo, José Padilla y Sebastián Gamboa, entre otros DJ. También anuncian de soslayo «la asistencia de varias celebrities» sin concretar nombres.
En su descripción, Santos Ibiza Coast Suites afirma que «rescata lo mejor de la tradición pitiusa y lo pasa por el filtro del lujo relajado, un interiorismo rabiosamente contemporáneo, espíritu easy going, vanguardia con toques vintage, una actitud 100% rock’n’roll… y milagros, muchos milagros». Una descripción ecléctica pero que parece efectiva para este tipo de locales que acogen al público de las discotecas durante el horario diurno, ofreciéndoles lo mismo que los grandes locales de la noche, es decir, música, alcohol y diversión, pero a pie de playa.
Nikki Beach Ibiza prosigue con las obras a pesar de carecer de licencia de actividad
Por otro lado, tenemos el Nikki Beach Ibiza, un local que anuncia su apertura para el próximo 27 de junio en s’Argamasa, en Santa Eulària. Este establecimiento, que actualmente se encuentra en obras, está anunciando su inauguración en las redes sociales y a través de su página web utilizando las palabras beach club, dos monosílabos ingleses que no han empleado a la hora de definir su actividad ante las autoridades municipales, ya que en Santa Eulària entró en vigor en marzo una moratoria que suspende todo tipo de licencias de discoteca y cafés concierto en su territorio.
Desde el consistorio afirman que la empresa Nikki Beach ha adelantado que el establecimiento que están a punto de abrir en Eivissa es un «restaurante con música ambiental», una descripción que dista mucho de la que ellos mismos ofrecen en su página web y perfiles de Facebook y Twitter, donde la música de DJ y el alcohol de marca son los grandes protagonistas.
Asimismo, si nos guiamos por el resto de locales que posee la cadena Nikki Beach en lugares claves para el turismo de lujo como son Cabo San Lucas , Koh Samui, Phuket, Mallorca, Marbella, Marrakech, Miami, Saint Barth y Saint Tropez, todos ellos son beach clubs y no restaurantes, ya que a pesar de que sirvan comidas su plato fuerte es la música y la diversión. La última palabra la tendrá el Ayuntamiento de Santa Eulària, quien deberá otorgarle o denegarle la licencia de actividad cuando las obras del establecimiento hayan finalizado y puedan comprobar qué tipo de negocio pretenden llevar adelante en él.
Nikky Beach el la ley del poder y no el`poder de la Ley.
Siguen trabajando muy deprisa y un vigilante impide la proximidad de nadie. El acueducto romano sigue cayéndose, pero el Nikky sin permiso, constuyéndose.
Esto qué e?
Tienes toda la razón. Donde está el dinero que tenía el ayuntamiento para el acueducto? Donde esta el turismo familiar de Santa Eulalia?