@Aina Balaguer/ Eran poco más de las cinco y media de la tarde de ayer y una cola considerable de personas, semejando hormigas, iba marchando a las puertas del Hotel Ushuaïa para cruzar el umbral del hormiguero y poder, por fin tras la espera, disfrutar del festival de música electrónica LovinIbiza que estaba teniendo lugar desde las cuatro, por tercera vez en la isla.
Después del opening en Pacha el pasado jueves, en este lujoso hotel de Platja d’en Bossa se desplegaban todos los medios necesarios para garantizar el exitoso desarrollo que tuvo el evento.
La tarde evoluciona favorablemente
La tarde había empezado con las sesiones de Rslane y Jonathan Tena. Sin estar todavía lleno el espacio, entraba en cabina Toni Moore, acompañando con su acertado house la primera toma de contacto del público que iba llegando.
Las luces blancas y azules del gran escenario se entrelazaban con los rayos del sol para caer sobre la piel de aquellos que bebían, bailaban, charlaban o, tan solo, escuchaban. Se respiraba un ambiente muy fresco que prometía diversión. En este contexto, siendo cercanas las siete, Francisco Allende y Danny Serrano nos sorprendieron trabajando mano a mano en el set. “Hablando en la comida decidimos probar juntos por primera vez, surgió el buen rollo y así hemos podido disfrutar una hora más en el escenario”, explicaron después de la actuación.
Y acertaron con su repentina decisión pues juntos aportaron el ritmo que su público les reclamaba en pleno ecuador de la fiesta. De la calidez se encargaron las bailarinas que hicieron aparición en el escenario ataviadas con sus bodys de charol y turbantes blancos, dando un toque de sofisticación vintage al panorama.
En un momento dado, algo cambió, el sonido fluía agradablemente distinto, más intenso y oscuro. Habían entrado en escena Los Suruba, conjunto formado por Álvaro, residente en Ushuaïa, y Delmar. Los asistentes vibraron con su “sombrío, ecléctico y especial”- como ellos mismos lo definen- estilo musical mientras se dejaban abrazar por las primeras sombras de la noche. Más tarde nos manifestaron que les había sabido a poco: “He entrado con ganas y he salido con ellas, pinchando juntos hubiéramos preferido hacerlo durante tres horas”, comentó Álvaro.
Posteriormente le tocó el turno a Kaleshy, promotor del festival, manteniendo la elevación de los espíritus tras la orgía musical anterior que le dio paso.
La calidad se les supone
El rojo inundaba todos los rincones del hotel mientras Uner hacía latir los corazones de todos los que allí estaban, podríamos decir que fue uno de los momentos en que se representaba perfectamente el nombre del festival. Por fin la música hizo surgir el amor. El amor por la música, por el buen rollo, por la noche, aquella quien alivia las almas consumidas por el dolor sin tregua, como escribió Baudelaire, pero sobre todo el amor por la vida.
Y así, todos envueltos en un halo de felicidad, empezaron a levitar al empezar a sonar la estrella del cartel Nic Fanciulli, británico con una trayectoria bien consolidada. No fue necesario hacer hipótesis sobre su actuación ya que la calidad era algo esperado a la vez que asumido. O al menos eso reflejaban las caras de aquellos que no dejaron de darlo todo hasta el último momento en la pista, durante esa simbiosis del sonido con el espíritu.
Finalmente, pasada la media noche se apagó la luz, y con ella los asistentes partían: unos a continuar en Privilege la closing party, otros a casa y algunos al miniclub, la segunda sala donde pincharon: Javi Colina, Alejandro Matilla, Javier González, David Medina & Voz, Ismael Baraka, Kike Torres, Sergio Deer a lo largo de la tarde y continuaron con su música una hora más.
Fuesen donde fuesen aquellos, algo en sus miradas decía que se iban orgullosos de haber podido, con espacio, sin empujones y cada uno a su manera, gozar de aquello que hubieran ido buscando.
Esta chica Aina Balaguer me encanta su forma de describir los actos que asiste, ya que lo hace con una sencillez y a la vez con una eficacia que al leerlo parece que as asistido a ello
Enhorabuena por esta reportera llegara lejos
molt be, aina….ets massa !!