@Noudiari / La UD Ibiza ha despedido el año con un empate a uno en el campo del Atlético Malagueño, donde ha merecido una victoria que, sin embargo, no ha sabido rematar. El cuadro ibicenco ha saltado al campo con las ideas muy claras y la portería rival entre ceja y ceja. Producto del empuje de los hombres que entrena Andrés Palop el partido se ha puesto pronto de cara. Ha sido a raíz del tanto logrado por Ángel Rodado a los 16 minutos del comienzo.
Parecía que lo más difícil estaba hecho, que era ponerse por delante en el marcador, y que lo demás iba a ser cantar y coser. Podría haber sido así, pero la falta de acierto en ataque ha impedido que el segundo gol del Ibiza subiera al marcador antes del descanso.
Prácticamente en la primera acción del segundo período el Malagueño ha igualado la contienda por mediación de Hicham y el partido ha vuelto a quedar abierto. La insistencia de la UD Ibiza en ataque ha contrastado con la falta de acierto en el remate, a veces por falta de puntería y otras por la contribución del meta local.
Ha gozado el Ibiza de oportunidades claras con la que recobrar la delantera en el marcador, pero el cuero ha estado caprichoso y los méritos contraídos por cuadro insular para llevarse los tres puntos de Málaga han resultado infructuosos. Al final, un punto para despedir el año que no es un mal resultado por el hecho de haberlo conseguido lejos de Can Misses, pero que sabe a poco porque el rival es el colista del Grupo IV de Segunda División B.
La UD Ibiza dice adiós a un año importante y fructífero en lo deportivo en el que ha alcanzado la división de bronce del balompié nacional y en el que ha sentado las bases de la permanencia confeccionando un equipo de garantías que en estos momentos ocupa la zona media de la clasificación y que en 2019 peleará, con casi toda seguridad, por hacerse con una plaza para disputar el play-off de ascenso a Segunda A.