@LauraFArambarri/ Cuando la editorial RBA encargó a Rebecca Beltrán (Ibiza, 1977), colaboradora de Noudiari.es, la biografía de Frida Kahlo de su colección Grandes Mujeres, la autora ibicenca dio un salto de alegría. Es fridakahliana hasta la médula desde niña, ha leído todo sobre ella y tiene tanta bibliografía en su propia casa que, si le dejan, habría escrito un libro que literalmente “habría dejado corto a Los pilares de la Tierra”, dice entre risas. Así, la contención y la concreción, sin perder la magia del personaje y sin saltar sus grandes momentos biográficos, han sido los grandes retos con los que se ha enfrentado Beltrán en esta aventura con la artista mexicana. Un desafío conseguido porque, si la intención de la colección es dar a conocer al gran público un amplio abanico de mujeres excepcionales, el volumen dedicado a Frida Kahlo lo consigue con creces y despierta en los lectores ganas de saber más.
Tras Marie Curie y María Montessori, Kahlo ocupa el tercer número de la colección, y sale a la venta este jueves 31 de enero. La serie aparecerá en Italia en abril, con lo que el libro de Frida Kahlo será el cuarto de Beltrán que se traduce al italiano después de Tu corazón en un cofre, Pasa página y la guía de Ibiza y Formentera de Lonely Planet que escribió con Laura Tur y con fotografías de German G. Lama. Además, Beltrán escribirá otro título de la colección que cuenta en total con 60 biografías de mujeres.
Cuando recibió este encargo de RBA. ¿Saltó de alegría?
Sí, en biografías no podría tener un encargo mejor. ¡Es que todo el material posible lo tenía en casa ya! Comprobé si se me había escapado algún libro y no, lo tenía todo. Fue un placer releer lo que ya había leído en su momento con mucho gusto. No me podía haber caído mejor encargo. El libro no es un ensayo sobre Frida Kahlo, que los hay y son maravillosos, sino un que es un panorama, accesible a todos los lectores, en el que te puedes hacer una idea sobre el personaje, lo que significó y qué es lo que cambió en el siglo XX.
Al leerlo pensaba: ¡no compren ustedes libros de autoayuda, compren el libro de Frida Kahlo! Una mujer que no permitió que el sufrimiento físico le hiciese perder su pasión por la vida, por la pintura, por el humor…
En esta época en la que todos tenemos acceso a toda la información que queramos, que tenemos todas las bibliotecas del mundo al alcance de un clic, yo pienso exactamente eso, ¿por qué tenemos que buscar en según qué sitios inspiraciones que no están allí? Dejemos de buscar inspiración en la autoayuda o en el mindfulness o en según qué cosas. Hay gente real, personajes reales, como Frida Kahlo que dan un auténtico ejemplo de lucha, de disfrute de la vida. Frida Kahlo lo tenía todo en contra para ser feliz. Con seis años se le giró la salud [sufrió poliomelitis] y desde entonces hasta su muerte con 47 años estuvo enferma. Además sufrió un accidente gravísimo de joven y padeció siempre unos dolores salvajes, se sometió a unas operaciones que eran auténticas barbaridades: Insertándole huesos suyos propios, de cadáveres, piezas de metal…
Dejemos de buscar inspiración en la autoayuda o en el mindfulness o en según qué cosas. Hay gente real, personajes reales, como Frida Kahlo que dan un auténtico ejemplo de lucha, de disfrute de la vida.
Es sobrecogedor, ¿por eso sorprende tanto su actitud?
Si ella dejó una lección de vida fue esa: Vive la vida, disfruta de la vida. Piensa un momento en cómo estaba Frida Kahlo pintando con un corsé que la ahogaba, con una pierna que terminaron por amputársela, hasta arriba de morfina, con una dependencia del alcohol bastante grande… Y aún así ella siempre peleó. Siempre luchó, no tiró la toalla ni se dejó llevar por la autocompasión.
Kahlo se ha convertido en un icono feminista pero también en una especie de marca comercial. ¿Cree que es necesario reivindicar un conocimiento más profundo como el que ofrece esta biografía, más allá de la cara estampada en una camiseta?
Con Frida pasa como con el Che o con Ramones: hay mucha gente que lleva todo el merchandising y no sabe nada de lo que hay detrás. No lo critico, la gente que haga lo que le dé la gana. Pero en el caso de Frida Kahlo vale mucho la pena porque, además de tener una imagen súper potente, era una artista fascinante con un carisma arrebatador. Da cierta pena que nos quedemos en la superficie, en la de ‘esa señora que se pintaba a sí misma con faldas de tehuana’.
La ‘cejijunta’.
‘La que no se depilaba’, eso es. Vale mucho la pena ir un poco más allá porque Frida es alguien fascinante. Un buen ejemplo es su compromiso político, que era brutal, mucho más allá que el de Diego Rivera, muchísimo más allá. Aunque Diego Rivera fuera ‘el gran pintor de los murales del comunismo’, era ella la que estaba realmente implicada con esa causa. Y también por su compromiso feminista, porque era una mujer súper avanzada en su época.
A veces se cuestiona el feminismo de Frida Kahlo por todo lo que le aguantó a Diego Rivera, sus continuas infidelidades que le dolían tanto…
Hay que leer entre líneas. Esta mujer, cuando se casó por segunda vez con Diego, le hizo aceptar una serie de pactos entre los que estaba que, a partir de ese momento, ella pagaba la mitad de todos los gastos y que él no se haría cargo de ningún gasto de ella. Eso es ser feminista y te estoy hablando del año 40, cuando las mujeres se veían reducidas a ser señoras mantenidas y poco más. Ella se reivindicó y tuvo una carrera artística al margen de la de su marido. Me da mucha pena que muchas chicas lleven la camiseta, el pendientito, el bolsito de Frida Kahlo y no tengan curiosidad por saber quién es esa señora.
Frida fue una mujer que siempre abogó por estudiar, por su formación, siempre estuvo estudiando y formándose, y nunca trató a los hombres y a las mujeres con diferenciación.
Una mujer que, no hay que olvidar, nació en 1907 y en México.
Exacto, y que no solo reclamó su independencia económica sino también su independencia sexual. En ese acuerdo del segundo matrimonio le dijo a Diego: ‘yo contigo no voy a volver a tener sexo porque no soporto pensar con todas las que te acuestas’. Así que le impuso no mantener relaciones. ¡En el año 1940 y en México! Creo que hoy en día pocas mujeres se atreverían a hacer algo así.
¿No hay que perder esa perspectiva y ese contexto?
Frida fue una mujer que siempre abogó por estudiar, por su formación, siempre estuvo estudiando y formándose, y nunca trató a los hombres y a las mujeres con diferenciación. Eso es algo que hasta muchas mujeres que se declaran feministas no consiguen hacerlo. Ella logró ser mucho más feminista que muchas de las supuestas feministas de la época.
Algo muy importante que destaca el libro es la admiración real que Diego Rivera sentía por ella como artista.
Diego Rivera, para los que somos fridakahlianos, es nuestra némesis. Siempre hemos odiado a Diego porque se lo hizo pasar muy mal por sus infidelidades. Era un faldero mientras que ella tenía otra idea del amor, como algo exclusivo. Pero sí es verdad que él siempre dijo que Frida fue la mujer de su vida. La admiración que sentía hacia ella y el impulso que le dio al decirle que lo que estaba haciendo era algo que no había hecho nunca nadie en la historia del arte fue mágico para Frida Kahlo y crucial para que conozcamos a esta artista. La figura de Diego no es tan oscura como queremos creer los que adoramos a Frida Kahlo. Él también fue súper importante a la hora de que ella pudiera desarrollarse como artista, de hecho, la primera vez que ella vende cuadros a un particular fue gracias a Diego. Vendió cuatro cuadros de ella por 800 dólares de la época, que era un pastón, y ella se quedó sorprendida porque ni siquiera pretendía venderlos.
Lo cierto es que la lectura de su libro también hace verlo con otros ojos, más comprensivos tal vez.
Me ha reconciliado con él investigar tanto sobre Frida Kahlo porque te das cuenta de que, en el fondo, eran dos titanes, dos personajes súper fuertes y carismáticos con una especie de onda gravitacional brutal y que se querían de una forma muy peculiar, pero ¿quiénes somos nosotros para decir cómo se ha de querer la gente? Diego fue el gran pilar de Frida Kahlo como artista. Como mujer… Supongo que podría haber sido muy mejorable el papel que él hizo, pero bueno, eso queda entre Frida y Diego.
¿De dónde sacaba Frida la fuerza para aparecer siempre bien vestida y peinada, incluso cuando estaba postrada en las camas de hospital cuando peor se encontraba?
Cuando no tenía fuerzas para hacerlo ella se lo pedía a su hermana Cristina. Lo que no soportaba es que le tuvieran pena. Iba en contra de su filosofía de vida. De hecho, en todas las fotos, hasta en las que está en la cama con un rictus duro, ella está con sus trenzas, con sus flores, con sus vestidos. Nunca quiso parecer enferma.
Diego Rivera fue el gran pilar de Frida Kahlo como artista. Como mujer… Supongo que podría haber sido muy mejorable el papel que él hizo, pero bueno, eso queda entre Frida y Diego.
¿Es Frida un ejemplo perfecto del triunfo de una voz propia y de una personalidad propia?
Ella concibió el arte no como algo a lo que se dedicaba, sino como su vida. Para ella la imaginación era su forma de vida, quizás porque tras la polio y, sobre todo, tras el gravísimo accidente que sufrió siempre tuvo que buscar en la imaginación todo lo que la realidad no le daba. Y lo supo encontrar. Y esa imaginación también es una autoexploración: ¿Quién quiero ser yo?, ¿cómo quiero que me vean? Arreglada, alegre, feliz, excesiva. Era una mujer excesiva en los placeres, en los odios, en los amores. No era nadie taimado ni calmado. Frida se bebió la vida a tragos.
Entonces se trataría más bien de una autoconstrucción, ¿ella se construye a sí misma por sus circunstancias?
Cuando se divorció por primera vez de Diego ella, para rebelarse contra él, se cortó el pelo. A él le encantaba que llevara el pelo largo. Se cortó el pelo como un chico y empezó a vestir con ropa de hombre. Cuando alguien iba a hacerle una foto, se metía rápidamente en su cuarto y salía bien puesta, aún más arreglada. Ella era una obra de arte, ella era su propia obra de arte. Igual que se pintaba los corsés de yeso, pintaba cuadros, la pared o lo que pillara. Igual pasaba horas poniendo una mesa para unos invitados. Para ella la estética era vida, era su vida.
Para ella la imaginación era su forma de vida, quizás porque tras la polio y, sobre todo, tras el gravísimo accidente que sufrió siempre tuvo que buscar en la imaginación todo lo que la realidad no le daba. Y lo supo encontrar.
¿El eterno debate sobre si la creación nace del dolor tiene en Frida una respuesta clara?
A partir del accidente del tranvía toda su vida tuvo que ver con el dolor. El físico, por las secuelas que le dejó y por el dolor de todas las operaciones a las que se sometió, y otro dolor más profundo si cabe por no engendrar hijos. En su caso, creo que pintar todos esos dramas, siendo como era ella una persona tan alegre y positiva, fue una forma de exorcizarlos y echarlos fuera. De meterlos dentro de un lienzo, encerrarlos ahí y decir, hasta aquí.
Algo muy curioso es que Frida, que tiene una pintura híper biográfica, nunca pintó aquel accidente. No pudo. Quizá sí que es verdad que el arte y el dolor se retroalimentan en muchos casos pero quizá hay dolores demasiado grandes para convertirse en un cuadro, en una novela, en una obra de teatro. El personaje de Frida Kahlo es un viaje constante entre el dolor y la alegría de vivir. Ella tiene una frase buenísima: “Nada vale más que la risa, es fuerza reír y abandonarse, ser ligero. La tragedia es lo más ridículo que tiene el hombre”. Y Frida nunca quiso ser ridícula.
Decía que Diego, la pintura y el comunismo eran los tres pilares de su vida. La política está muy presente en el libro, ¿cree que es bastante desconocida esa faceta tan implicada de Frida?
Es la parte que se ha oscurecido más porque desde mediados del siglo XX el comunismo no estuvo demasiado bien visto. Se hizo una especie de limpieza de la figura y ese aspecto quedó muy esquinado. Pero hoces y martillos hay en todos los corsés [ortopédicos] que llevaba. Días antes de morir acudió a una manifestación a pesar de que ella ya estaba postrada en una silla de ruedas, con una pierna amputada y una neumonía que la estaba matando literalmente. Aún así le dijo a Diego: arréglame, péiname, y llévame a la manifestación, que quiero estar en primera línea. Intentaron disuadirla pero a Frida no la disuadía de nada nadie. Tuvo un compromiso con el comunismo más allá del partido comunista, un compromiso mucho más firme que el de Diego, muchísimo más. De hecho ella le afeó en muchas ocasiones que aceptara dinero capitalista, que venía de las grandes fortunas de Estados Unidos, del sector del automóvil de Detroit entre otras. Ella no se encontraba nada cómoda en ese ambiente. Ella no habría aceptado un encargo de esas familias, no se vendía por dinero. Cuando necesitó dinero se puso a dar clases, se presentaba a becas… era una persona para la que el dinero no era un problema aunque no lo tuviera.
Tuvo un compromiso con el comunismo más allá del partido comunista, un compromiso mucho más firme que el de Diego, muchísimo más.
Una persona que no se vendía y que rechazaba el capitalismo… Si Frida levantara hoy la cabeza y se viera en camisetas, tote bags, agendas… ¿qué cree que pensaría?
Si se despertara del largo sueño de su muerte, lo primero que haría sería darse un buen banquete mexicano bien picante y tradicional, bañarlo de tequila, tomarse un coñac, al que también era bastante aficionada, pintaría y después nos llamaría a todos pinches estúpidos por no haber entendido nada.
La moda o la fiebre por Frida Kahlo estalló hace unos años pero usted es una apasionada de su figura desde siempre. ¿Cómo fue su primer contacto con Frida?
Pues fue de niña a través de la pintura. Entonces no sabía nada de ella, ni de su vida ni de sus compromisos políticos ni demás. Pero me gustaban esos cuadros tan coloridos, con aquella mujer que te miraba de frente. De más mayor comencé a leer biografías de ella, libros de cartas. Corría comprar todo lo que iba saliendo de Frida Kahlo. Me enamoré del personaje y me gustó entender más aquellos cuadros que antes me fascinaban simplemente por el colorido, la composición y la fuerza que tienen. Para que te gusten o no te gusten sus cuadros no hace falta que sepas nada de Frida Kahlo. Pero cuando ya la empiezas a conocer más, uf, es una tía fascinante. Es una de las artistas que más me gustan y que más me llegan.
La colección se puede adquirir en los quioscos, por suscripción o directamente con RBA en www.tienda.rbacoleccionables.com