@Noudiari / A la UD Ibiza le ha faltado en El Ejido la esencia del fútbol, el gol. Es lo que más se paga en este deporte, lo que da o quita metas, títulos y alegrías. Lo que faculta o priva a los equipos de alcanzar los objetivos marcados a principio de temporada. Perseguía el conjunto de Andrés Palop un triunfo en el feudo de un rival moribundo, en descenso, que le permitiera recortar diferencias en el arduo camino hacia el play-off. Pero le ha faltado marcar, acertar entre palos para abrir de par en par las puertas de la esperanza, de la ilusión y de la fe entre futbolistas y afición. El resultado, 0-0, escenifica las lentes que le han faltado en los metros finales a los futbolistas del Ibiza, el volante para el oftalmólogo.
De todas formas, el margen de error se reduce a la mínima expresión. Ya no queda tiempo para recuperarse de más fallos. Ahora ya es un todo o nada para la UD Ibiza, que necesita empezar a sumar de tres en tres, de marcar cuando no se puede o parece imposible. El campeonato enfila su recta final y es de aquí al final donde se fraguan los éxitos o se digieren los fracasos. No sería para el club el fin del mundo no llegar a la zona de play-off en la temporada de su regreso a la categoría de bronce, aunque cuando se ha reforzado un bloque como lo ha hecho el Ibiza, siempre es con un propósito firme y claro: subir.
El cuadro insular es séptimo con cuarenta puntos, a ocho de la tierra prometida. Delante tiene equipos con más solera, experiencia y la misma hambre. Uno de ellos es su próximo invitado en el estadio de Can Misses, el San Fernando, quinto con los mismos puntos que el cuarto, el Recre. Un conjunto que vendrá a la Isla a por todas y de donde debería irse de vacío para que al Ibiza le quedara la posibilidad de seguir en el grupo opositor. Así que el del domingo no será para conjunto ibicenco un partido más, será la primera de las doce finales que le quedan hasta el final del campeonato.