EFE / La Policía nacional ha detenido al responsable de un concesionario de vehículos del polígono de Manacor por un presunto delito de trato degradante y humillante en el ámbito laboral, por despreciar a sus trabajadores e incumplir compromisos económicos adquiridos con ellos.
Las investigaciones comenzaron tras la denuncia de un trabajador que manifestó haber sido víctima de una agresión física por parte de su jefe, así como que llevaba sufriendo desde hace mucho tiempo un trato degradante y humillante de su parte, ha informado la Jefatura Superior de Policía en un comunicado.
Tras tomar declaración a varios empleados y exempleados, la Policía averiguó que el responsable del concesionario sostenía una actitud hostil hacia sus subordinados en el ámbito laboral, con constante trato degradante, aprovechándose de su condición de jefe.
En algunos casos, llegó incluso a prometerles incentivos por las ventas, pero cuando los trabajadores alcanzaron los objetivos no se los pagaba. Hubo empleados que describieron sentirse coaccionados por parte del responsable, ya que les amenazaba con dejarles sin trabajo si no cumplían sus órdenes.
La situación había creado un clima laboral que llegó a afectar a la salud de los empleados, remontándose a más de diez años atrás, con varios que tuvieron que darse de baja y que fueron presionados para que se dieran de alta y volvieran a su puesto de trabajo.
La detención, de la que se ha informado hoy, se produjo el lunes por la mañana.
Com han canviat els temps … Recordo aquelles empreses de principis dels anys 80, en què els amos a Eivissa, solien fer tres quarts del mateix … i no passava res, i a ningú et podies queixar. Ja havia sindicats, aquests ven obrers de merda. Si els anaves, amb que et amenaçaven amb deixar-te cec, et deien que «millor fes-los cas, perquè poden fer-ho passar per un accident laboral; ells tindran testimonis, i tu estaràs borni».Anar a treballar feia fàstic als porcs. Tenia un amic de la colla, que es va suïcidar. Treballava en una altra empresa. Aquest tracte, llavors era molt habitual. Per sort, aquests temps, es van acabar, perquè aquesta actitud cada vegada es tolera menys.