@Vicent Torres / Existen pocos ibicencos e ibicencas que no se hayan sentido extraños en determinados lugares de Ibiza durante las noches de verano. Zonas como platja d’en Bossa o el West End están tan enfocadas al turista británico que sus propios trabajadores apenas conocen cuatro palabras del español (y no digamos ya del catalán). «Gracias», «cerveza» y «la cuenta» son tres de los conceptos que permiten a cualquier worker -como se conoce a los trabajadores llegados del Reino Unido a la pitiusa norte- pueda alcanzar el cielo. Sin embargo, estos jóvenes suelen encontrarse con un ambiente hedonista aderezado con condiciones laborales precarias y un entramado criminal relacionado con las drogas del cual es difícil escapar.
Así lo refleja el estudio de campo llevado a cabo por el investigador Tim Turner para la Universidad de Coventry y que pone de manifiesto los peligros con los que se encuentra un colectivo «profundamente inmerso en el famoso mercado de la droga de Ibiza».
El artículo, publicado en la revista Journal of Extreme Antrhopology, se basa en entrevistas a 42 turistas, 13 trabajadores y a un agente de policía durante tres veranos diferentes. Las conclusiones son claras: «Existe una escalada en el uso de drogas en quienes ya las consumen en el Reino Unido. Además, como los turistas, los trabajadores afirman que su primer contacto con las drogas lo han tenido en Ibiza».
En este sentido, Tim Turner, que acompaña su artículo ‘Just knoking out Pills. An ethnography of british drug dealers in Ibiza’ de 580 fotografías, destaca los riesgos a los que se ven expuestos estos trabajadores de temporada en relación al tráfico de drogas y a la violencia que lleva asociada el crimen organizado, así como a las sanciones penales graves que conllevan este tipo de prácticas ilícitas.
Un colectivo frágil
Pero los workers son un colectivo todavía más frágil que los turistas. Mientras que los primeros pasan una media de 100 días en la isla durante la temporada, los segundos apenas están una semana en un ambiente que describe como propenso para el consumo como para involucrarse en el tráfico de drogas.
«La frágil naturaleza del empleo legal hace que muchos trabajadores de temporada dependan de los ingresos del narcotráfico. Es un contexto social en el que el consumo de drogas se integra en el espacio del trabajador y hace que los riesgos asociados al tráfico de drogas sean confusos», apunta Turner en el resumen de su estudio.
Además, según el propio investigador británico, el argumento principal de la transición mercado lícito al ilegal puede explicarse, en parte, por la complicidad de la seguridad privada de los propios locales y por la Policía de la isla, «ya que llevan a cabo un control que permite que el mercado de la droga prospere».
El propio Tim Turner se ve involucrado en este ambiente en su estudio, en el que se ve obligado a detener el trabajo de campo para pedir asistencia médica para una británica.
Los estudios previos indican que el 85,3% de los workers asegura haber consumido drogas en Ibiza. De todos ellos, el 43,5% lo hizo por primera vez en las Pitiüses. Algo favorecido «por un entramado social que promueve un fácil acceso a las drogas» y una atmósfera hedonista.
Les deben poner una pistola en la cabeza para que vengan…..LOL….. a ver si en Newcastle están mejor??..