@Noudiari / La Asociación Ocio de Ibiza reclama la implantación en la isla de la figura del “alcalde de la noche” existente en casi medio centenar de ciudades de todo el mundo y que ha significado un antes y un después en la gestión de la vida nocturna en lugares como Amsterdam, Zurich, Nueva York, Tokio, Berlín o París, donde los conflictos con los vecinos por ruidos y las denuncias por agresiones se han reducido de forma significativa. Ibiza, a pesar de ser un referente mundial en el sector del ocio, carece de esta figura, una especie de mediador sin capacidad sancionadora que trata de conciliar el desarrollo de la actividad de los locales de ocio nocturno con el respeto al descanso de los ciudadanos.
En España, ciudades como Madrid y Barcelona ya se plantean crear esta figura, de hecho, la alcaldesa en funciones de Madrid, Manuela Carmena, anunció hace unos días que, Más Madrid -la formación con la que concurre a las elecciones municipales de este domingo- propone implantar un “alcalde o alcaldesa de la noche” para el barrio de Malasaña. La primera edil madrileña argumenta que quiere trabajar en favor de “un modelo de ocio de calidad”.
En la capital de España reconocen el importante papel que juega la industria del ocio dentro de la economía de la ciudad, al igual que la necesidad de diversión de las personas, pero tampoco olvidan el derecho al descanso de los vecinos, por eso están convencidos de que este mediador de la noche permitirá crear un “espacio de diálogo” entre empresarios, vecinos y Administración.
Siguiendo los pasos de la alcaldesa de Madrid, la patronal del ocio nocturno de Cataluña Fecasarm, también pidió hace unos días que Barcelona implante esta misma figura. Los empresarios de ocio de Cataluña están igualmente convencidos de que el “alcalde de la noche” contribuye a reducir los problemas “injustamente” asociados al ocio nocturno regulado, según dicen. En unas declaraciones a la prensa, el secretario general de Fecasarm y de Spain Nightlife, Joaquim Boadas, dijo que ni Barcelona ni Madrid serían lo que son sin su oferta de ocio, pues el ocio no sólo es un atractivo turístico de primer orden, sino que también es “una fuente de riqueza a proteger”.
Por todo ello, José Luis Benítez, gerente de la Asociación Ocio de Ibiza y presidente de Spain Nightlife, subraya que Ibiza debería tener en cuenta el éxito cosechado por la figura del “alcalde de la noche” en aquellas ciudades donde se ha implantado, y el hecho de que Madrid y Barcelona también estudien esta posibilidad. “Es evidente que esta figura habría que adaptarla a las circunstancias especiales de la isla, podría incluso tener otro nombre y podría estar ligado a la
Administración o ser un ente independiente, desligado de los cambios políticos. Lo importante es avanzar hacia un ocio responsable y consensuado”, comenta. Benítez recuerda en este sentido las palabras pronunciadas en el reciente Congreso Spain Nightilife de Ocio Nocturno en Tenerife por Jorge Sanza, Nightlife Ambassador de Madrid, portavoz de ‘Nix mesa de la Noche’ -plataforma que une a 40 ciudades que tienen esta figura- y quien destacó que la implantación en España del “alcalde de la noche” supondría “la profesionalización del sector del ocio”, a la vez que dotaría a la noche de una mirada más cultural y menos comercial, y permitiría implantar a nivel nacional protocolos comunes para evitar problemas derivados del ocio nocturno, como el botellón, el ruido o los abusos sexuales.
Realizar sonometrías y respetar el descanso de los vecinos lo dejamos para el alcalde de día si eso.
Con que se cumpla la ley basta. Pero claro, esto es Ibiza… un Far West donde los que manejan la pasta la desenfundan más rápido.
Otro más a chupar del bote, si los alcaldes de día , no hacen nada, imaginar los de noche.
Rafa Ruiz con sueño
con dos alcaldes tendríamos doble gasto, secretarios ayudantes, letrados etc. Que los que actualmente están mamando del bote se pongan las pilas y actúen como corresponde.
Flipante lo de esta peña.
Con cumplir las normas hay suficiente.
Lo que pasa es que quieren seguir haciendo lo que les pasa por el forro.