@D.V./ Los vecinos de sa Penya no pueden esperar más. Dos años después de que les aseguraran de que la rehabilitación del barrio era un hecho de que ya no tenía marcha atrás, la gestión que está realizando el Ayuntamiento de Eivissa del desalojo de los okupas de las viviendas situadas entre las calles Alt y Retir ha sido la gota que ha colmado el vaso de su paciencia. Así, el presidente de la Asociación Salvem sa Penya, Manuel Palá, ha asegurado que si no se efectúan los desalojos, están dispuestos a llevar al Ayuntamiento al tribunal del contencioso-administrativo: “Es una manera de demostrar que los vecinos estamos desesperados y que no entendemos la actuación del Consistorio”.
Vecinos desesperados
Los vecinos agrupados en la Asociación no entienden cómo dos años después de que el juez dictara un justiprecio por las viviendas, todavía hayan expropiaciones pendientes y no se hayan cerrado las negociaciones con los ocupantes ilegales. “El 28 de abril de 2011 se aprobó todo, ya estaba todo hecho. Nosotros sólo le pedimos al Ayuntamiento que actúen de una vez”.
Palá sostiene que, ahora que ya se han notificado a los propietarios de las viviendas que deben ser desalojadas las actas de expropiación, enviarán un escrito al Ayuntamiento para que ejecuten los actos administrativos firmes -como son las ejecuciones- amparándose en el artículo 29 de la Ley de Jurisdicción Contencioso-Administrativa. Si pasado este tiempo el Ayuntamiento sigue sin aplicar la ley ni desalojar a los ocupantes ilegales, “no habrá más remedio que llevar el tema a los tribunales”.
La Asociación también recuerda que, según la Ley de Arrendamientos Urbanos, si pasados veinte días no se abandona la vivienda expropiada, se puede requerir la presencia de las fuerzas de orden público para desalojar las viviendas. “El Ayuntamiento no hace nada de nada y los principales perjudicados somos los vecinos, que debemos soportar amenazas, suciedad, insalubridad, drogas y trapicheo en nuestro barrio”, asegura Palá.
En su opinión, la situación creado es muy desagradable y pero no pierden la esperanza de que el Ayuntamiento de Vila “respete a los vecinos de sa Penya” y se ponga manos a la obra. Asegura que, a pesar de la intimidación de los narcotraficantes, los vecinos “están perdiendo el miedo” y que no consentirán que “los que mandan no muevan una pestaña y sigan deshojando la margarita”.