@Noudiari / No hay premio sin esfuerzo. No hay gloria sin sufrimiento. No hay ascenso sin fe. La Peña tenía la eliminatoria perdida en el minuto 90. El Tamaraceite había marcado de penalti en la primera parte y ese gol le valía el ascenso a Segunda B. Pero de la misma manera, desde el punto de castigo, el conjunto peñista empataba el encuentro en la prolongación (minuto 93) y forzaba la prórroga. En el último suspiro de la primera parte del tiempo extra, Nacho marcaba para los suyos y daba el ascenso de categoría al equipo ibicenco, que el año que viene jugará de nuevo en la categoría de bronce del balompié nacional.
La primera parte ha sido de dominio alterno, con llegadas en ambas porterías pero sin grandes ocasiones salvo la del gol del conjunto visitante, en un penalti dudoso, y un remate de tijera de Fran Núñez en el minuto 29 que ha detenido el meta visitante.
Después, en el 37, ha llegado la acción en la que el Tamaraceite ha tomado ventaja en el marcador, una caída en el área que el colegiado ha señalado como pena máxima. David González ha transformado el tiro en gol y el conjunto canario, desde ese momento, ha empezado a jugar en función de la ventaja que había adquirido.
El tanto ha dejado helado al equipo ibicenco, que no ha tenido tiempo de reacción hasta el descanso.
Se preveía una Peña más agresiva e incisiva en ataque en el segundo tiempo, pero el conjunto ibicenco no ha sabido cómo atacar y encerrar a su adversario en su parcela para tratar de empatar el encuentro y forzar la prórroga. De hecho, algunas de las mejores ocasiones del segundo tiempo han sido para el cuadro visitante.
Nublada, sin hallar el camino del gol ni aprovechar en exceso las bandas, la Peña ha sido perfectamente taponada por el Tamaraceite, que salvo en los últimos diez minutos no se ha visto excesivamente exigida por parte del conjunto peñista, demasiado tibio sobre el terreno de juego en vista de lo mucho que se estaba jugando en el choque.
En el descuento, cuando la parroquia local ya daba el partido por perdido, el colegiado ha señalado el segundo penalti del partido, este a favor de la Peña Deportiva. Cristeto ha tomado la responsabilidad de lanzarlo y no ha fallado, para júbilo de la grada, llevando el encuentro a la prórroga.
En las postrimerías de la primera parte de la prórroga, Nacho acertó a rematar al fondo de las mallas un centro de la muerte que venía desde la derecha y que daba momentáneamente el ascenso a los ibicencos, 2 a 1. Quedaban quince minutos para la gloria, para regresar una temporada después a la categoría de bronce del balompié nacional, pero el premio estaba más cerca que nunca en un momento en el que la dinámica de los protagonistas era completamente distinta.
Mientras los canarios iban a menos, los ibicencos crecían. La Peña daba la impresión de estar más entera, de llegar más fresca al esfuerzo final, pero el Tamaraceite no arrojaba la toalla. Tuvo y supo sufrir la Peña para mantener la ventaja. Figueroa incluso estrelló el cuero en el larguero de la portería ibicenca en un libre directo en la segunda parte de la prórroga. A renglón seguido los peñistas pudieron marcar el tercero, pero un defensa sacó el cuero desde la misma línea de gol.
Al final, la emoción y la alegría se apoderaron de los jugadores y el público local cuando el árbitro decretó el final del encuentro y la Peña certificaba su ascenso a Segunda División B.