EFE / Un total de 28 personalidades de distintos ámbitos, desde el pintor Miquel Barceló al oceanógrafo Xavier Pastor y el embajador Jorge Dezcallar, han expresado su apoyo al «manifiesto contra los megacruceros» promovido por 25 entidades ciudadanas que pide que se limite la llegada de estos buques y se mida su impacto.
El listado de personalidades que respaldan el manifiesto abarca el mundo de la cultura, la arquitectura, la diplomacia, la hostelería y la academia, todos en contra de un modelo «insostenible y no deseable» para Palma, según reza el manifiesto.
El cineasta Agustí Villaronga, la cantante y compositora Maria del Mar Bonet y la escritora Carme Riera están entre los firmantes, así como otras personalidades de fuera de Mallorca pero vinculadas a la isla como el dramaturgo y exdirector del Teatre Nacional de Catalunya, Sergi Belbel.
También lo respaldan empresarios como Biel Huguet, Pablo Carrington y Antoni Obrador, el editor Basilio Baltasar, el ilustrador y dibujante Francesc Capdevila (Max), el arqueólogo y presidente del Fondo Ambientale Italiano, Andrea Carandini y el director de cine Rafa Cortés.
Otros firmantes son Mara Fazio (especialista en Historia del Teatro y escritora), Carlos García Delgado (arquitecto), William Graves (escritor y director de la Fundación Robert Graves), Lucía Graves (escritora y traductora), Joana Gual (profesora de la UIB), Pere Joan (dibujante) y Miguel López Crespí (escritor).
Lo apoyan también Joan Manuel López Nadal (diplomático), Biel Mesquida (escritor) P. de Montaner (doctor en Geografía e Historia), Antonio Obrador (interiorista y propietario del Hotel Cap Rocat)Climent Picornell (doctor en Geografía), Carme Pinós (arquitecta), Jaume Ripoll Vaquer (productor audiovisual y distribuidor) y Fernando Schwartz (embajador, escritor y comunicador).
Entre otras medidas el manifiesto exige a la Autoridad Portuaria de Balares que controle diariamente y divulgue los impactos ambientales de los cruceros en consumo de agua, electricidad y contaminación de aire y agua, y que se limite el traque en Palma a un crucero diario o 4.000 pasajeros como máximo.
Reclaman que se suba a 5 euros el impuesto turístico a los cruceristas, se exija a las empresas de cruceros que visitan Palma que cumplan sus obligaciones fiscales y laborales y que declaren Área de Control de Emisiones del Mediterráneo (zona ECA) el puerto de Palma, tal y como ocurre en el Mar del Norte y en el Mar Báltico.